El regreso de Miguel Herrera al futbol internacional sigue generando mucha expectativa, especialmente tras confirmarse como el nuevo técnico de la selección de Costa Rica.
Su nombramiento, además de revitalizar la atención sobre el combinado tico, destaca una intensa discusión sobre el salario que percibirá, considerando su reputación y los limitados recursos de la Federación Costarricense de Futbol y conociendo el alto costo que tiene Herrera en los banquillos.
Un salario que genera expectativas
De acuerdo con el periodista costarricense Maynor Solano, en una entrevista que dio a Caliente TV, la cifra que Herrera podría recibir ronda los 360 mil dólares anuales (un poco más de 7 millones de pesos), un monto significativo en el contexto del futbol centroamericano, pero menor al que acostumbraba percibir en la Liga MX.
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Para dimensionar este número, es importante señalar que técnicos anteriores, como Gustavo Alfaro, recibieron salarios mucho más modestos, cercanos a los 180 mil dólares anuales.
Costa Rica enfrenta restricciones presupuestarias importantes, lo que obliga a establecer un tope salarial para los entrenadores de aproximadamente 250 mil dólares anuales.
Sin embargo, en el caso de Miguel Herrera se especula que el acuerdo podría incluir incentivos ligados al rendimiento deportivo, como avanzar en la Copa Oro o clasificar al Mundial de 2026.
¿Es un salario justo para el “Piojo” Herrera?
El “Piojo” llega con un amplio historial en el futbol mexicano e internacional, destacando su paso por la Selección Mexicana, con la que alcanzó los octavos de final en el Mundial de Brasil 2014. Dentro del curriculum de Miguel Herrera también está su buen paso por el Club América, con el que se convirtió en uno de los entrenadores más ganadores en su historia.
Este bagaje convierte su arribo en una apuesta ambiciosa para Costa Rica, pero también plantea preguntas sobre si el gasto está justificado.
En el futbol centroamericano, salarios como el de Herrera son una excepción. No obstante, su experiencia y estilo de juego podrían ser el revulsivo que los ticos necesitan para recuperar protagonismo en la región.
La decisión de invertir en un técnico de su calibre refleja la intención de la federación de apostar por un proceso sólido rumbo al Mundial de 2026.