Javier Aguirre está de vuelta en el banquillo de la Selección Mexicana con un reto mayúsculo: encabezar su tercera Copa del Mundo al frente del Tricolor. Sin embargo, a diferencia de sus dos procesos anteriores, esta vez el Vasco enfrenta uno de los ciclos más atípicos y complicados de preparación rumbo al Mundial de 2026.
La ausencia de eliminatorias por ser uno de los países anfitriones (junto con Estados Unidos y Canadá) ha dejado sin competencia oficial en la ruta mundialista. Esta situación obliga al cuerpo técnico a conformarse con partidos amistosos, muchos de ellos ante selecciones de menor nivel o incluso ante clubes que no siempre utilizan a sus cuadros titulares.
“Quizá sea el proceso más complicado”, reconoció el estratega en una charla con Fernando Landeros para el pódcast Orgullosamente Tercos. Para Aguirre, la falta de ritmo competitivo y la dificultad de enfrentar a rivales de jerarquía representa un verdadero dolor de cabeza al momento de formar una base sólida de jugadores.

Se filtra conversación con lo que Lionel Messi piensa de México, su futbol y hasta su gente: “si lo provocas”
- El Dato: La participación de la Selección Mexicana en la Copa Oro inicia hasta el próximo 14 de junio y será ante Dominicana
Pero el calendario no es el único obstáculo que enfrenta el experimentado técnico de 66 años. El otro gran reto está en la toma de decisiones sobre quiénes deben portar la camiseta del Tri. “Ha sido complicado elegir a los futbolistas”, admitió. “Más aún cuando debes dejar fuera a otros que también tienen méritos”.
Aguirre, fiel a su estilo directo y sin rodeos, explicó que una de las claves en su carrera ha sido el manejo claro del vestidor. En sus más de tres décadas como entrenador, ha aprendido que no hay lugar para dobles discursos. “Eso ha sido algo que me ha caracterizado y le ha gustado a los jugadores”, dijo con firmeza.
El entrenador, quien ha dirigido en Europa y ha sido protagonista en ligas como la española, recordó una reciente conversación dentro de la Selección Mexicana que dejó al descubierto su filosofía de liderazgo. Aunque no mencionó nombres directamente, el mensaje fue claro y algunos han interpretado que se refería a Henry Martín, delantero del Club América.
“Por muy mala que sea la noticia, te la voy a dar a la cara”, comentó. “No entras en mis planes para el año que viene. Sé que eres el capitán del equipo, la figura, el goleador, pero no te quiero en el vestidor el año que viene. Se lo dije a un jugador. ¿Por qué? Por incompatibilidad de caracteres. Y lo entendió”.
Más allá del episodio puntual, Aguirre dejó claro que en su gestión no hay espacio para las mentiras ni para los rumores filtrados. “De mí pueden decir 20 mil cosas, pero no que les mentí o que se enteraron por terceros lo que yo pensaba de ellos”, señaló con determinación.
La conversación también sirvió para que el técnico reflexionara sobre su trayectoria y la posibilidad histórica que se le presenta: dirigir a México en una Copa del Mundo en casa, algo que vivió como jugador en 1986 y que ahora podría repetir como entrenador.
“Soy un privilegiado que a mis 66 años me sigan considerando”, dijo visiblemente emocionado. “No he tenido en 50 años mejor emoción en mi vida que oír mi Himno Nacional en el Estadio Azteca y en un Mundial. Me imagino eso y me emociono. Soy un privilegiado y doy gracias a Dios todos los méndigos días”, añadió.

