Los seis equipos ingleses que conformaban la mitad de los creadores originales de la Superliga europea, torneo al margen de la UEFA que se anunció el pasado domingo, renunciaron ayer y se espera que en los clubes italianos también lo hagan.
Chelsea y Manchester City fueron los primeros conjuntos de la Premier League en dar un paso al costado, aunado a que Ed Woodward, CEO del Manchester United, renunció a su puesto como consecuencia de lo mismo. Después se unieron los propios Red Devils, Arsenal, Tottenham Hotspur y Liverpool.
El rechazo en Inglaterra a la Superliga se intensificó después de que la Premier League amenazó con tomar medidas contra los seis clubes que se unieron a este proyecto y el primer ministro Boris Johnson ponderaba presentar una legislación con el fin de impedirles formar una nueva competencia europea.
Aficionados del Chelsea asistieron a las afueras de Stamford Bridge previo a que los dirigidos por Thomas Tuchel enfrentaran al Brighton en choque correspondiente a la Jornada 32 de la Liga Premier con el fin de evitar que los jugadores ingresaran al recinto. Pero la molestia se convirtió en felicidad cuando se enteraron, por medios locales como la BBC, que el club estaba reuniendo la documentación necesaria para retirarse del nuevo evento.
"No nos gusta y no queremos que suceda. Ésta es nuestra postura colectiva. Nuestro compromiso con este club de futbol y sus aficionados es absoluto e incondicional", señalaron los futbolistas del Liverpool en un comunicado.
Tras la decisión de las entidades de Inglaterra, la Superliga, presidida por Florentino Pérez, sacó un comunicado en el que indicó que el motivo del invento de esta justa es porque considera que el actual no funciona, además de que reconsiderará los pasos a seguir.
"Proponemos una nueva competición europea, porque el sistema existente no funciona. Dadas las circunstancias actuales, vamos a reconsiderar los pasos más adecuados a seguir para darle forma al proyecto", señala el mensaje.
Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, mandó un contundente mensaje a todos los equipos que se unan a la nueva Superliga europea al advertirles que deberán atenerse a las consecuencias de esta situación.
"Si algunos eligen seguir su propio camino debemos dejarlos ir con consecuencias por su elección, son responsables de ella. La FIFA es una organización construida sobre valores del deporte y sólo puede desaprobar firmemente la creación de la Superliga, que es una tienda cerrada y una ruptura con las instituciones actuales, con las ligas, con las asociaciones y con la UEFA", aseveró el mandamás de la FIFA durante el Congreso Ordinario que esta lleva a cabo en Montreaux, Suiza.
El directivo italosuizo mencionó que si bien la UEFA o cualquier otro organismo puede proponer cosas, debe ser en pro del futbol y de los aficionados y no basado en los intereses de unos cuantos, esto en alusión directa al español Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y elegido para el mismo cargo en la nueva competencia.
"Todo el mundo puede hablar, hacer propuestas que se pueden tener en cuenta, pero siempre con respeto a las instituciones, las ligas, las asociaciones, a la historia y la pasión de mucha gente de todo el mundo", subrayó el dirigente de 51 años de edad.
Por otro lado, Manuel Ruiz de Lara, titular del Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid, salió en defensa de la inédita justa y emitió una medida cautelar que ordena a la FIFA y a la UEFA que ”abstengan de adoptar cualquier medida o acción y de emitir cualquier declaración o comunicado que impida o dificulte de forma directa o indirecta la preparación de la Superliga europea de futbol".