La relación entre el narcotráfico y el futbol en ocasiones ha sido más cercana de lo que se cree, aunque también existen casos en los que se da de manera fortuita, como le ocurrió al América en el 2008.
En octubre de aquel año, llegaron a bordo de dos autobuses Mercedes Benz chicos de entre 16 y 21 años del equipo Mapaches de Nueva Italia a las instalaciones de las Águilas en Coapa.
Junto con los jóvenes futbolistas viajaban utileros, masajistas, su entrenador y el dueño del club, Wenseslao Álvarez, alias 'El Wencho', quien posteriormente fue identificado como líder de plaza de La Familia Michoacana.
El América se impuso 4-0 al conjunto michoacano, pero lo importante llegó al finalizar el cotejo, cuando los miembros de Mapaches de Nueva Italia fueron llevados a las instalaciones del Ministerio Público por elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI).
Al momento de la detención del 'El Wencho', el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la Procuraduría General de la República (PGR) ya lo tenían identificado como integrante de La Familia Michoacana y de Los Zetas.
Debido a esta situación le preguntó a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) por haber dejado pasar de largo el nombre de Wenseslao Álvarez en sus filtros para adquirir una franquicia. El organismo respondió que los Mapaches de Nueva Italia estaban registrados a nombre de la empresa Nobaro, dedicada a la venta y exportación de aguacates y con negocios en el sector del transporte de carga.
La resolución de la FMF ante este conflicto
Días después de la detención de Wenseslao Álvarez, la FMF dio a conocer que la Temporada 2008-2009 de la Segunda División se llevaría a cabo como si los Mapaches de Nueva Italia no hubieran existido, pues no se les tomarían en cuenta puntos ni goles.
Cuando fue arrestado en las instalaciones del América, “El Wancho” enfrentaba cargos en México por delincuencia organizada y lavado de dinero, aunado a un juicio por tráfico de drogas.
"Metíamos goles y nos daba dinero”, señaló en una entrevista con El País el actual delantero de Cruz Azul, Ángel Sepúlveda, en alusión a “El Wancho”.
EVG
