Los ánimos se calentaron entre los jugadores de América y Pumas en el segundo tiempo del clásico capitalino en el Estadio Azteca.
Todo se originó al minuto 60 y Julián Quiñones, de las Águilas, y Gabriel Fernández, de los felinos, fueron de los principales implicados.
Sin embargo, la tensión terminó pronto y los futbolistas de ambas escuadras regresaron a sus respectivas posiciones.
El conflicto se originó momentos después de que Leo Suárez estrelló el esférico en el travesaño en una acción en la que Julio González dejó su arco desprotegido.
EVG