El futbol fue testigo de un sangriento acontecimiento que dio como resultado dos personas asesinadas; todo empezó por una falta que fue catalogada como tarjeta roja. El árbitro Jordan Silva fue agredido por el jugador Josenir Abreu, ambos de Maranhao, Brasil.
Este suceso fue retomado por lo delicado de la situación y las repercusiones que pueden tener un partido de futbol. Los implicados empezaron a discutir después de la jugada polémica y Abreu pateó al silbante, por lo que éste no supo responder de manera correcta a la agresión y sacó un cuchillo que terminó el pecho del futbolista.
Al momento de que el jugador cayó tendido en el terreno de juego, las personas que estaban en las gradas invadieron la cancha para atacar al árbitro; el colegiado también fue acribillado, y por si fuera poco, el cuerpo fue mutilado y decapitado, para posteriormente colocar su cabeza en una estaca y utilizarlo como una bandera violenta.
Los videos dados de baja de todas las redes sociales, pero en su momento se ocuparon para poder identificar a las personas encargadas de la ejecución de Jordan Silva, que a pesar de haber reaccionado mal, nada justifica su deceso.
Europa busca erradicar la violencia en el futbol
El caso más sonado en Europa en los últimos días es el de Vinicius Jr. que ha sido víctima de comentarios xenófobos y hasta ataques a su persona sólo por su color de piel. Jorge Valdano escribió en su espacio que “el estadio es un reflejo de nuestros instintos”, donde se transforma en algo más allá del futbol y cómo se actúa como sociedad.
El futbol en todo el mundo ha sido protagonista de batallas campales entre aficionados, policías, jugadores y hasta los propios técnicos, que han perdido los estribos por una jugada polémica o una decisión arbitral que no coincide con sus criterios.
La primera catástrofe registrada en un estadio de futbol se dio el 2 de enero de 1971 en Reino Unido en un partido entre los Glasgow Rangers y el Celtic; un gol de último minuto despertó la histeria de los aficionados que provocó una avalancha humana que saturó los accesos y causo la muerte de 66 personas y 150 lesionados.
Después de eso, las autoridades de cada país han buscado diferentes alternativas para contener la ira de los asistentes, como poner alambrado, no tener grupos de animación, no permitiendo banderas, pero aún los esfuerzos siguen sin rendir fruto.
mmt