Conmoción total en Italia generó el arresto del futbolista Giovanni Padovani, considerado el único sospechoso de haber asesinado a su novia Alessandra Matteuzzi a martillazos.
De acuerdo con información de medios locales, el jugador del Sancataldese de Sicilia habría pedido permiso a su equipo para ausentarse al partido de este fin de semana para viajar a Bologna, lugar en el que se habría encontrado con Matteuzzi, a quien le habría quitado la vida.
“No, Giovanni, no, te lo ruego, ayuda”, alcanzó escuchar la hermana de Padovani en el celular, pero inmediatamente después se cortó la llamada. El futbolista italiano tenía una demanda por abuso en contra de Matteuzzi.
“Estaba al teléfono. Inmediatamente llamé a los policias que llegaron de inmediato. Vivo a 30 km de distancia. Al final él la mató a golpes”, afirmó la hermana de la víctima.
Marta Cartabia, ministra de Justicia de Italia, pidió a la población que esté muy atenta durante la investigación de este feminicidio.
Partido en Ucrania se detiene por amenazas de bombardeo
El futbol en Ucrania regresó después de ocho meses. La Liga Premier de aquel país dio comienzo a su nueva campaña con la condición de que todos los juegos se lleven a cabo sin público en las tribunas y con la presencia de fuerzas armadas.
Sin embargo, las consecuencias de la guerra con Rusia no son ajenas al deporte, pues el partido entre el Rukh Lviv y el Metalist Járkov, correspondiente a la Jornada 1, se vio suspendido en tres ocasiones por amenazas de bombardeo.
Ante este hecho, futbolistas y cuerpos técnicos de ambos clubes, además de los árbitros tuvieron que resguardarse en los búnkeres del estadio donde se jugaba el encuentro frente a la posibilidad de un ataque aéreo.
La última interrupción se presentó al minuto 88, cuando los jugadores tuvieron que regresar al terreno de juego para disputar los dos minutos que faltaban. La victoria se la llevó el Metalist Kharkiv por marcador de 2-1.
EVG