El boxeador puertorriqueño Félix Verdejo se entregó a agentes federales para enfrentar cargos luego de que autoridades encontraran el cadáver de su amante, quien estaba embarazada.
Una denuncia penal presentada por el FBI acusa a Verdejo de golpear a Keishla Rodríguez en el rostro e inyectarla con una jeringa llena de una sustancia no identificada. La acusación señala que posteriormente Verdejo ató a la víctima de pies y manos y le amarró un bloque pesado antes de arrojarla desde un puente el jueves a las 8:30 de la mañana y de ahí, dispararle al cuerpo desde el puente.
El cuerpo de la mujer fue hallado el sábado en una laguna de la capital de la isla, un par de días después de que se reportó su desaparición. La víctima fue identificada el domingo gracias a sus registros dentales, informó el Instituto de Ciencias Forenses de Puerto Rico.
Limary Cruz, portavoz del FBI, le dijo a The Associated Press que la agencia estaba presentando cargos que serán anunciados en las próximas horas. En tanto, la fiscalía federal indicó que no se ha tomado una decisión sobre si se intentará obtener la pena de muerte.
Verdejo y sus abogados se negaron previamente a comentar, y la policía dijo que en un principio el boxeador se negó a cooperar y a responder preguntas.
Verdejo (27-2, 17 nocauts) representó a Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de 2012, el mismo año en que pasó al profesionalismo en la división de peso ligero. Su carrera se vio afectada temporalmente después de sufrir un accidente de motocicleta en 2016 que lo mandó al hospital.
Rinden homenaje a la víctima, en Puerto Rico
El caso ha generado indignación en Puerto Rico, donde recientemente se encontró el cuerpo calcinado de una mujer después de presentar una denuncia por violencia doméstica, misma que fue desestimada por un juez. Un magistrado de la Corte Suprema anunció una investigación de ese fallo.
Cientos de personas se reunieron el domingo en un puente que atraviesa la laguna en la que se encontró el cuerpo de Rodríguez para exigir justicia para ella y otras mujeres asesinadas. Algunos de los asistentes arrojaron flores al agua.