Es uno de los deportes tradicionales en los Juegos Olímpicos y también uno de los favoritos de los aficionados.
Se divide en seis disciplinas, pero solamente tres de ellas tienen presencia en el máximo evento deportivo (artística, rítmica y en trampolín).
La esencia de la artística son las acrobacias y ha estado en cada edición desde Atenas 1896. El único 10 perfecto fue el de la rumana Nadia Comaneci en Montreal 1976. En femenil, los aparatos son piso, caballo, viga de equilibrio y barras asimétricas, mientras que en varonil son anillas, canal con arzones, piso, caballo, barra fija y barras paralelas.
Los orígenes de la rítmica se remontan al antiguo Egipto e ingresó al programa olímpico en Los Ángeles 1984. Se debe utilizar toda la superficie del suelo y es vital que el deportista se mantenga en movimiento.
La de trampolín nació en 1934, inspirada en acróbatas de circo. Los gimnastas realizan una serie de saltos con variedad de giros, rebotes y mortales. Su incursión en Juegos Olímpicos se dio en la edición de Sídney 2000.
Gráficos: Ismael F. Mira, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.
