Las Grandes Ligas regresan a México para una serie de temporada regular entre los Padres de San Diego y los Gigantes de San Francisco. La capital del país tendrá al mejor beisbol del mundo por un fin de semana en el Estadio Alfredo Harp Helú (AHH), casa de los Diablos Rojos del México en la Liga Mexicana de Beisbol.
Con la emoción y la expectativa al máximo después de la histórica actuación de la Selección Mexicana en el Clásico Mundial, la afición está hambrienta y con más interés que nunca en el deporte, por lo que la llegada de la Major League Baseball (MLB) se da en un momento perfecto.
Randy Arozarena nació en cuba pero se ganó el corazón de los mexicanos con sus actuaciones con el jersey tricolor y se convirtió en el jugador favorito de la afición, su desempeño llevaron a México hasta semifinales del Clásico, pero perdieron ante el eventual campeón Japón en las semifinales.
“Esas dos semanas del Clásico Mundial son probablemente en las que más se ha hablado de beisbol en la historia”, dijo Horacio De la Vega, presidente de la Liga Mexicana de Beisbol, quien agregó que el resultado despertó interés entre la gente.
“Claramente ese resultado del torneo nos está dando un impulso, hemos llenado los estadios en los juegos de pretemporada, mientras que en el pasado solíamos tenerlos al 10-20% de su capacidad”, agregó De la Vega en una entrevista con The Associated Press. “Tenemos un apetito sin precedentes por el beisbol”.
Ese interés por el beisbol se hizo evidente en la pretemporada, pero también el último fin de semana cuando la Liga Mexicana de Beisbol escenificó la primera serie de la temporada regular.
México ha sido sede de series de temporada regular en el pasado. La primera en agosto de 1996 cuando los Padres se enfrentaron a los Mets de Nueva York, y luego en mayo de 2018 con los Padres jugando contra los Dodgers de Los Ángeles.
En 2019, los Rojos de Cincinnati jugaron contra los Cardenales de San Luis y luego los Astros de Houston se enfrentaron a los Dodgers, todos ellos en la ciudad de Monterrey, que también vibra por el Rey de los Deportes.
La Ciudad de México debía albergar una serie entre los Padres y los Diamondbacks de Arizona en 2020, pero fue cancelada por la pandemia de coronavirus, sin embargo, ahora MLB acude a la Ciudad de México y, sea tendencia o no, parece que será un hit para todos los aficionados.
La afición está lista para abarrotar el Estadio Alfredo Harp Helú, que tuvo un costo de 150 millones de dólares y fue inaugurado en marzo de 2019, con capacidad de 20 mil asientos con seis terrazas al aire libre y patios de comidas junto a ellos con un techo de acero en forma de lanza tridente.
El inmueble fue construido por el empresario mexicano Alfredo Harp Helú, propietario minoritario de los Padres y dueño de los Diablos Rojos, quien tiene desde hace mucho tiempo el deseo de tener un equipo de Grandes Ligas en México, pero esa idea probablemente tarde en cristalizarse.
“Nunca he estado cerca de la idea de México como una oportunidad de expansión”, dijo el comisionado Rob Manfred a principios de esta semana a la Asociación de Editores Deportivos de The Associated Press.
Los Padres serán locales administrativos en ambos duelos de la serie, siendo además la cuarta vez que los de San Diego viajan a México para juegos de temporada regular.
“Creo que los desafíos se basan en las instalaciones. Incluso el estadio en el que jugaremos este fin de semana probablemente no sea lo suficientemente grande como para albergar permanentemente a un equipo de las Grandes Ligas. Y luego nuestra temporada es tan larga que tendré un problema sindical que tendría que ser negociado para que los jugadores vivan tanto tiempo en México”.