Ahmed Hafnaoui, nadador de Túnez, declaró en 2019 que buscaría la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, pero dicho sueño se le adelantó y en Tokio 2020, sin muchos reflectores, se convirtió en el hombre más rápido dentro del agua en la disciplina de 400 metros libres.
El joven de 18 años de edad se presentó a la final de la competencia como una víctima más de Jack McLoughlin, nadador australiano que era el favorito para llevarse la prueba y romper varios récords en Tokio.
Hafnaui se proclamó campeón de los 400 metros libres en los Juegos de Tokio el domingo, superando a nadadores más rápidos y veteranos. El tunecino de 18 años paró el reloj en 3 minutos y 43,26 segundos, celebrando su victoria con unos gritos que resonaron en una arena prácticamente vacía.
“Creo que cuando toqué el muro y me vi primero (...) me sorprendí mucho", dijo el nadador africano.
El australiano Jack McLoughlin ganó la plata y el estadounidense Kieran Smith, el bronce. Tras las ocho vueltas de la carrera, la diferencia entre los tres fue de menos de un segundo.
“Cuando entré al agua, sólo estaba pensando en la medalla, no en el tiempo", añadió Hafnaoui.
Se clasificó a la final por 14 centésimas de segundo, lo que le dejó en uno de los carriles exteriores. Los más rápidos en las eliminatorias nadaban por el centro, por lo que no pudieron controlar a Hafnaoui durante la carrera.
Hafnaoui se aseguró de pasar al recuerdo con una actuación que mejoró su currículo considerablemente.
Junto a Ous Mellouli, son los únicos tunecinos en ganar una presea dorada en la piscina. Mellouli se impuso en los 1.500 libres en los Juegos de Beijing 2008, una de sus tres medallas olímpicas. Antes de la carrera, envió un mensaje de buena suerte al joven.