Los deportistas no tendrán la libertad de quedarse en los Juegos Olímpicos de Tokio una vez que concluyan sus competencias.
No habrán fiestas nocturnas en la Villa Olímpica y nada de salidas en la noche o en la mañana, a la ciudad.
En lugar de conocer a sus vecinos de todo el mundo, se pedirá a los deportistas que salgan de Japón uno o dos días después de que terminen sus competencias.
Desde la ceremonia de inauguración hasta la rutina diaria en la zona de la Bahía de Tokio, los pospuestos Juegos Olímpicos 2020 serán como ningún otro. Se tendrán que acatar estrictas reglas y lineamientos, y quizá vacunas y pruebas rápidas, para poder llevar a cabo unas justas en medio de una pandemia que ha provocado más de un millón de muertes a nivel mundial.
“Quedarse más tiempo en la villa incrementa la posibilidad de más problemas”, dijo John Coates, el miembro del Comité Olímpico Internacional a cargo de los preparativos para Tokio, durante una sesión informativa de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Japón ha controlado el virus razonablemente bien, con 1.900 muertes. Pero este miércoles Tokio reportó 500 nuevos casos, y más de 2 mil en todo el país, récords diarios.
Christophe Dubi, director de los Juegos Olímpicos, reconoció que casi todo está en la etapa de planificación y se contemplan diversos escenarios antes del inicio pautada para el 23 de julio de 2021.
Coates indicó que la ceremonia de apertura será restringida a los deportistas participantes, y un máximo de seis dirigentes. En el pasado, docenas de dirigentes de los comités olímpicos nacionales y federaciones, a veces hasta 50, de acuerdo con Coates, tenían permitido desfilar en lugar de los deportistas que decidieron no participar por tener previsto competir al día siguiente.
dh