A falta de 16 días para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio, la capital japonesa alcanzó alcanzó su punto más alto en dos meses en cuanto a contagios de COVID-19, lo que casi que garantiza que el gobierno de Japón declarará un nuevo estado de emergencia a partir de la próxima semana y que continuará durante la cita veraniega.
Este panorama impediría que hasta los propios japoneses puedan acudir a las competencias. La decisión sobre si se permiten o no espectadores se tomaría el viernes 9 de julio, cuando los organizadores locales se reúnan con el Comité Olímpico Internacional (COI) y otras entidades.
Thomas Bach llega el jueves a Japón
El presidente del COI, Thomas Bach, tiene previsto llegar a Tokio el jueves 8 de julio y cumplirá una cuarentena de tres días en el hotel cinco estrellas del organismo que preside en la capital de Japón.
El cuasi estado de emergencia que rige actualmente debe culminar el domingo 11 de julio
Tokio reportó 920 nuevos caso este miércoles, en alza con respecto a los 714 del pasado miércoles. Se trata de la mayor cantidad desde los 1,010 del pasado 13 de mayo.
El primer ministro Yoshihide Suga se reunió con sus ministros para analizar las medidas contra el virus y, según versiones de prensa, contempla volver a imponer un estado de emergencia en la capital hasta el 22 de agosto. Los Juegos Olímpicos acaban el 8 de agosto.
Suga no confirmó las versiones, pero resaltó el repunte de casos en Tokio y prometió “hacer todo lo posible para prevenir la propagación de contagios".
El mandatario indicó que tomará la decisión definitiva el jueves tras consultar con un penal de expertos.
Los aficionados extranjeros fueron vetados hace varios meses, pero dos semanas atrás se anunció que las sedes podrían tener una capacidad máxima de 50 por ciento, con un techo de 10 mil espectadores.
EVG