Era cuestión de tiempo, pero por fin se hizo oficial la sanción a Rusia por sus recientes casos de dopaje en atletas en sus diferentes disciplinas en eventos deportivos internacionales.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) falló este jueves que Rusia no podrá utilizar su nombre, bandera e himno en los próximos dos Juegos Olímpicos ni cualquier campeonato mundial que se dispute en los próximos dos años.
Aunado a la sanción en la magna justa, las medidas derivadas del castigo se extienden para cualquier competición, como campeonatos mundiales de cualquier disciplina. Por otro lado, el país no podrá ser sede de ningún evento deportivo durante los próximos dos años.
Pese a la sanción, deportistas y equipos rusos podrán competir en los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo año y en los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, así como en campeonatos mundiales, entre ellos la Copa del Mundo Qatar 2022, si no estuvieron implicados en casos de dopaje o encubrimiento de casos positivos de dopaje.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) había propuesto que la sanción se elevara hasta los cuatro años; sin embargo, el CAS determinó sólo castigar a la delegación durante la mitad del periodo inicial.
La sanción entró en vigor ayer y estará vigente hasta el 16 de diciembre de 2022, por lo que tampoco podrán solicitar una candidatura para albergar justas deportivas en ese periodo.
Algo similar pasó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, cuando la delegación rusa salió bajo el nombre de “Equipo Unificado” tras la caída del bloque socialista que separó a la URSS un año antes. En aquel entonces, el equipo se llevó más de 100 medallas.
El castigo no sólo afecta estrictamente a lo deportivo, pues los funcionarios del gobierno ruso tampoco podrán asistir ni a mundiales ni a los Juegos Olímpicos.
Los deportistas que tengan acción lo harán bajo el nombre de “Deportista Neutral” o “Delegación Neutral”, aseguró el TAS en un comunicado. Lo más cercano a poder representar sus raíces es que sus uniformes sí podrán tener el nombre de su país bordado.
La investigación de la AMA surgió después de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, cuando se acusó a la delegación rusa de plantar pruebas falsas y de eliminar archivos vinculados a pruebas de dopaje positivas que podrían haber ayudado a identificar a los que incumplen las normas de dopaje.
Ante esto, autoridades rusas lo negaron y aseguraron que las inconsistencias de las pruebas fueron errores técnicos y no por una manipulación, por lo que pidieron al TAS que pensara en los intereses del país.
La Agencia Rusa Antidopaje (Rusada, por sus siglas) deberá, además, pagar un total de 1.27 millones de dólares a la AMA, como parte de las sanciones a su delegación.
Durante una audiencia de cuatro días realizada en Lausana, Suiza, el mes pasado, los deportistas rusos y sus abogados se presentaron como terceros al argumentar que ellos no deberían ser castigados por faltas cometidas por funcionarios del gobierno que no están involucrados en el mundo del deporte.
La entrega a la AMA de una base de datos del laboratorio a más tardar en diciembre de 2018 era una condición fundamental para que la Rusada fuera reincorporada tres meses antes de la fecha en que se levantaría un veto previo de la comunidad antidopaje.
Sin embargo, tras la decisión del TAS, la Rusada dio a conocer en un comunicado que no estaba satisfecha con la determinación del máximo tribunal del deporte internacional.
“Parece que no todos los argumentos presentados por nuestros abogados fueron escuchados”, dijo Mikhail Bukhanov, director interino de la agencia, en un comunicado, luego de que se diera a conocer la determinación del TAS.
El escándalo de dopaje en atletas rusos aumentó en 2015, cuando se encontraron pruebas positivas en una multitud de atletas rusos que habían participado en diferentes competiciones internacionales.
Los Juegos Olímpicos de Tokio se disputarán en 2021, a partir del viernes 23 de julio y hasta el domingo 8 de agosto.
EVG
