Franco, sólo como él mismo, irreverente y perspicaz, así es L.A. Park, un luchador que tiene bien ganado su lugar en el gusto de la gente y para lo cual ha trabajado durante mucho tiempo, desde su debut en 1982, para ser más puntuales; no obstante, y aunque su carrera ha sido llena de éxitos, con más puntos en la cima que decaídas, todo tiene un fin, y también para La Auténtica Parka es lo mismo, de hecho, aunque con muchos titubeos y rodeos, el esteta señaló en entrevista con La Razón que muy probablemente en dos años le dirá adiós a los cuadriláteros.
“Ya estoy grande y si bien no tengo lesiones, afortunadamente, el tiempo comienza a cobrarnos la cuenta. Yo no sé en qué momento me retiraré, eso sólo Dios lo sabe, yo puedo decir que en muchos años, pero una lesión, una mala caída, un descuido o una enfermedad me puede retirar antes de tiempo. Yo tengo en mente no mucho tiempo, unos dos años y nada más, luego Dios dirá si sí o si no”, declaró el longevo gladiador.
El oriundo de Monclova, Coahuila, hizo su aparición en un cuadrilátero en 1982, en el Deportivo Arena 47 de su tierra natal, lo hizo bajo el nombre de Adolfo Tapia, más tarde cambió para ser El Gringo y posteriormente se nombró El Minero.
Sí, sus inicios no fueron del todo brillantes, como la ocasión que por primera vez perdió su tapa, ante Clímax II, el 17 de febrero de 1985, y anduvo deambulando de nombre en nombre hasta darle vida a La Parka, el cual catapultó en lo más alto y luego se le escurrió de las manos, en un acto más de dignidad que de derrota.
Hoy, ya con mucha lona recorrida, L.A. Park puede darse ciertas concesiones, como el lujo de luchar donde “se le dé la gana”, sin ataduras, sólo empujado por sus deseos y el aplauso de la gente, que al final de cuentas es a quienes se debe.
“Tengo la fortuna de ser el único luchador de poder desempeñarse libremente en las dos empresas más importantes de México, que son la AAA y el Consejo Mundial de Lucha Libre; además, puedo participar como independiente. Creo que también Penta y Fénix lo hacen pero ellos aún tienen que solucionar algunos temas legales”, dijo.
“Creo que esta retroalimentación que ha existido entre las empresas le viene bien al luchador, a las propias empresas y, sobretodo, a la afición. Antes de que yo llegara, el Consejo registraba entradas muy bajas y con mi intervención, ya sea por casualidad o efectividad, aumentó de forma considerable, porque la gente estaba cansada de ver lo mismo; y eso también pasa con AAA”, agregó.
Y es que el gladiador coahuilense de 53 años es más que una voz autorizada en el tema. Pues sabe cómo responde el publico ante ciertas fórmulas y del oficio se sabe de la “A a la Z”; de ahí que insista en el intercambio de talentos y la globalización.
“Si algunos de los del Consejo van a AAA y algunos de ellos vienen al Consejo, y se cocinan buenas rivalidades, la gente se interesará más. Sería atractivo ver a Rush en AAA, y él estoy seguro que lo desea, pero no lo dejan, y sería importante ver a los mejores luchadores de AAA midiéndose ante los del Consejo; las entradas, lo puedo firmar, aumentarían”, insistió.
Finalmente, y dentro de la coyuntura del amor por su deporte, L.A. Park habló de lo que representa el pancracio en la cultura mexicana, luego de que ésta fue nombrado Patrimonio de la CDMX; y antes de esto ha logrado rebasar un puñado de fronteras, donde funge como embajador colorido, y puntualiza bien una parte de esta nación, como la picardía y el folclor.
“La lucha libre es parte de nuestra cultura, se puede ver en los partidos de futbol, en películas, en las miradas de los niños, en la gente que va a los arenas, ya sea en la capital o en provincia. Se ha visto desde el siglo pasado y en éste; muchas modas han pasado, pero las luchas siguen. Sí ha tenido altibajos, como todo en la vida, pero sigue firme,” culminó.
Mis pañales y mi comida, los pagaba la lucha: Psycho
La actualidad de la lucha libre mexicana en los últimos años se ha convertido en un deporte que maravilla a chicos y grandes; esto es gracias a la nueva camada de luchadores que comienzan a surgir y de los promotores que cada vez entienden mejor cómo manejar sus empresas.
Uno de los gladiadores que en los últimos años es un referente dentro de esta disciplina es Pycho Clown, quien lucha tras lucha muestra su calidad arriba de un ring y su cercanía con los fanáticos, sobre todo los infantes.
En exclusiva para La Razón, el Psicópata del Ring contó qué es lo que significa la lucha libre en su vida y sobre todo viniendo de un legado como los Alvarado.
[caption id="attachment_804999" align="alignnone" width="696"] Psycho en una presentación con AAA. Foto: Especial[/caption]
“Significa todo, desde mi infancia lo único de lo que se hablaba en mi casa era de mi bendita lucha libre. Mis pañales, los de mis hermanas, nuestra comida; absolutamente todo salió de la leyenda que mi padre, Brazo de Plata, forjó en este hermoso deporte. ¡Imagínate!, ahora el futuro económico de mis hijos también lo estoy construyendo de la misma forma; así que no tengo más que palabras de agradecimiento para todas las personas que trabajan todos los días para que la lucha libre mexicana crezca día con día”.
Al ser cuestionado si es un avance el que se catalogue a la lucha libre como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México, resaltó que “sí lo es y creo que ya se habían tardado en darle este reconocimiento. Cuando en cualquier parte del mundo te encuentras una máscara de lucha libre, sabes que detrás de ella hay un mexicano, hay una fiesta y ésa es la mejor forma de demostrar a nivel internacional las entrañas de la cultura mexicana”.
En las recientes funciones de AAA, Pycho y Máximo han sido traicionados por su primo La Máscara, algo que le duele mucho al payaso, pero que al final entiende y que si tiene que enfrentarlo no hará, pues cada quien decidió su camino.
“Él ya demostró que quiere seguir su camino lejos de su familia. Decidió confiar en personas que nos han atacado y con las que en su momento hemos tenido grandes rivalidades, ahora tendrá que atenerse a las consecuencias”, sentenció, concluyendo que su máscara es su segunda piel y que la defenderá a muerta ante quien sea, por lo que espera pronto tener una oportunidad de jugársela ante L.A. Park.
Rush desea que los Ingobernables se apoderen del CMLL
En la lucha libre existen rudos y técnicos, pero a lo largo de los años los malosos dejaron de abucheados y comenzaron a ser aplaudidos; algo inusual, pues dicho mote nació para que la afición no los quisiera.
Poco a poco, una facción comenzó a provocar el repudio de los aficionados al pancracio y la cual ha sido comparada con los Perros del Mal; pero el Ingobernable Mayor, Rush, en exclusiva para La Razón, dio a conocer las diferencias entre ambos grupos luchísticos.
“Los Ingobernables rebasamos fronteras; en su momento fueron los Perros del Mal, pero ellos siempre han vivido del pasado. Que me escuche el programador, yo quiero a los mejores en los Ingobernables, vamos a adueñarnos de casa, de la Arena México, del CMLL. Soy el único luchador que pone de pie a toda la afición”, señaló.
Una de las luchas más esperadas por toda la afición del pancracio es el máscara contra cabellera entre Rush y L.A. Park; duelo que en los recientes años se ha convertido en una guerra y de la cual sólo saldrá un ganador.
[caption id="attachment_804998" align="alignnone" width="696"] Rush en la pasarela del CMLL, antes de salir a luchar. Foto: Especial[/caption]
“Yo quiero ese duelo ante L.A. Park. Ese platillo estelar se trabaja en años. Me encantaría enfrentarme a L.A. Park en un aniversario; pero si no es así, que sea en cualquier fecha, cualquier viernes, esta Arena se cae, dejamos gente afuera y de verdad que es lo que más quiero, lo que más anhelo. Para mí, esa lucha es lo que todo el mundo quiere. Esto es un odio y por eso la gente está tan enardecida, somos dos monstruos que nos damos con todo”, acotó.
Cuando surgieron los Ingobernables, Rush estaba acompañado de La Sombra y La Máscara; ambos gladiadores ya no se encuentran en el CMLL, pero el Toro Blanco está consciente deque “somos tres Ingobernables de sangre: La Sombra, La Máscara y yo. Nosotros somos lo verdaderos Ingobernables. Yo me quedé con la facción, aquí. La Máscara siempre va a ser Ingobernable, él solamente él; si hace su facción la puede hacer, pero nadie más es Ingobernable, solamente él, y siempre será mi carnal de corazón; nos queremos como hermanos y siempre desbaratamos a los mejores aquí en el CMLL”.
Por último, resaltó que su cabellera será la más cotizada a lo largo de la historia y que siempre la recordarán como una máscara legendario, dando ejemplo, como la del “Santo Blue Demon, Dr. Wagner, L.A Park”.
Con información de: Diego Hernández, Eder Arreortúa y Enrique Villanueva