Una agónica anotación del neerlandés Virgil van Dijk en el minuto 118 del segundo tiempo extra le dio al Liverpool la victoria por 1-0 sobre el Chelsea en la final de la Copa de la Liga de Inglaterra, con lo que los Reds conquistaron su décimo trofeo en la historia de esta competencia, de la que son los máximos ganadores.
Van Dijk marcó con un remate de cabeza en el área tras un centro de Kostas Tsimikas para abatir a Djordje Petrovic y evitar la inminente tanda de penaltis en el encuentro celebrado en Wembley.
La algarabía se apoderó de los jugadores e integrantes del cuerpo técnico del Liverpool al momento del silbatazo final, lo que hizo el momento más especial para el entrenador Jürgen Klopp, quien dejará las riendas del club al final de la campaña, por lo que pudo haber sido el último título que conquistó con los Rojos, a los que dirige desde el 2015, lapso en el que ha guiado a la institución a ocho trofeos.
Jürgen Klopp señaló que está viviendo cada instante al máximo y disfrutando al ver a una nueva generación de jugadores de Liverpool que representarían su legado al irse de la institución.
“Estoy encantado. Lo que he visto hoy fue tan excepcional, quizás no lo veremos otra vez. No porque yo sea el que está en el banquillo, es porque estas cosas no ocurren en el futbol”, afirmó.
“En mis más de 20 años éste es fácilmente el trofeo más especial que he ganado. Es absolutamente excepcional”, añadió el estratega de 56 años de edad.
Liverpool lidera la Premier League con 60 unidades (una más que el Manchester City), además de que sigue vivo en la FA Cup y en la UEFA Europa League.
Para Mauricio Pochettino, el director técnico argentino de los Blues, la espera sigue para lograr su primer gran trofeo en el balompié inglés tras previas etapas con Southampton y Tottenham.
Éste fue otro partido muy reñido en el que ambos equipos tuvieron goles que fueron anulados por posición adelantada y tres remates que dieron en los postes.
Chelsea pudo dar el primer zarpazo temprano cuando el disparo a quemarropa de Cole Palmer fue repelido por el guardameta Caoimhin Kelleher.
Más adelante, Raheem Sterling gritó gol para el Chelsea tras empujar un centro de Nicolas Jackson, pero la anotación fue anulada por una posición adelantada en el comienzo de la jugada.
El defensa neerlandés Virgil van Dijk hizo gritar a los hinchas del Liverpool con un cabezazo, pero el VAR determinó que no valía por otra posición adelantada.
Conor Gallagher remeció el poste al 76’ tras un centro de Cole Palmer y luego falló en un mano a mano con el arquero.
Liverpool generó las ocasiones de mayor peligro en la prórroga y cuando un cabezazo de Harvey Elliott fue repelido por un poste todo parecía indicar que volverían a irse a los penales.
Así fue hasta que Virgil van Dijk respondió en el momento decisivo y quizás para iniciar un cierre cargado de trofeos para el final de la era Klopp.
“Siempre hay que saborear los buenos momentos, y éste es sin duda uno de ellos”, señaló Van Dijk. “Estoy muy orgulloso de ser parte de este club,”.