En París, Francia
Con un séptimo lugar olímpico, que representa el mejor en la historia para la natación artística mexicana, se despidieron de París 2024 el equipo de sirenas tricolor que hicieron posible regresar a una justa olímpica después de 28 años de ausencia, y quienes representan “un estandarte de lucha”.
Un equipo resiliente que superó la crítica irónica de mandarlas a vender calzones para solventar su preparación, al no contar con recursos federales para competencias por los problemas de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte con el organismo internacional que rige los deportes acuáticos, que las llevó hasta los tribunales.
Aunque deseaban subir al podio, después de tres días de competencia, las mexicanas acumularon una puntuación de 853.7932, que las colocó en séptimo lugar del ranking, donde China se colgó el oro, Estados Unidos la plata y España el bronce.
En el Centro Acuático de Saint Denis se despidieron como “reinas del agua”, estrenando nuevo traje de baño y un peinado que les llevó más de dos horas de arreglo, al interpretar la coreografía inspirada en la Diosa Matlacueye, la cual ejecutaron con coraje, corazón y acrobacias de alto grado de dificultad, mismas que arrancaron el aplauso del público.
“Estamos bastante contentas, sabemos que nadamos muy bien, esta fue nuestra rutina favorita, la que disfrutamos más y sabemos que somos de las mejores en acrobacia, salimos con todo, fue con mucho cariño para todo México tratando de representar a la Diosa del agua”, explicó Jessica Sobrino, acróbata del equipo y una de las sirenas más experimentadas de la selección, quien afirmó “me encanta volar”.
Mejorar el octavo lugar por equipos que se tenía como última referencia del país en la edición de Atlanta 1996 mencionó: “representa muchísimo por todo lo que hemos trabajado, ha sido super complicado llegar a Juegos Olímpicos para nosotras, estamos super orgullosas de haberlo logrado, la medalla de Juegos Panamericanos fue algo espectacular, el poder regresar a México después de 28 años es algo impresionante”.
Además de afirmar: “somos un estandarte de lo que son los deportistas mexicanos, son guerreros, luchan, somos séptimo lugar del mundo, se dice fácil pero ha sido en mi caso 24 años de muchísimo trabajo de ir subiendo y estar compitiendo con las mejores del mundo”.
Después de cumplir el sueño olímpico “nos vamos satisfechas porque tuvimos un mínimo error el primer día, pero aún así los dos siguientes salimos a nadar impresionante, las rutinas fueron super limpias y era lo que queríamos, salir contentas con nuestro desempeño”.
Al retirarse algunas de las integrantes de este equipo y comenzar un nuevo ciclo olímpico después de París, el futuro de acuerdo a la visión de Jessica Sobrino dependerá de “ver qué pasa ahora con el deporte mexicano, con las disciplinas acuáticas, pero creo que nosotras cerramos impresionante, de verdad nos costó muchísimo trabajo”.
Las integrantes de este histórico equipo de natación artística fueron además de Jessica Sobrino, Regina Alférez, Fernanda Arellano, Nuria Diosdado, Itzamary González, Joana Jiménez, Samantha Rodríguez y Pamela Toscano, quienes fueron dirigidas por las entrenadoras Adriana Loftus y Ofelia Pedrero.
Al finalizar su competencia y como se le ha visto desde el día uno de Juegos Olímpicos apoyando a los atletas mexicanos, Marijosé Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano, felicitó a las integrantes del grupo y afirmó en sus redes sociales: “honrables y excepcionales, este gran equipo de mujeres estoicas representaron con dignidad a México, son las siete mejores del mundo, qué orgullo”.