En París, Francia
La delegación mexicana que representó al país en los Juegos Olímpicos de París 2024 se despide de la magna justa con cinco preseas, tres de plata y dos de bronce, superando lo hecho en Tokio 2020 y dejando un mejor sabor de boca.
Pese a que el equipo tricolor obtuvo más metales que en los pasados JO, el oro no llegó y debemos remontarnos hasta Londres 2012 cuando la Selección Mexicana de Futbol varonil obtuvo dicho galardón, tras derrotar a Brasil en la final, pero si hablamos de deportes individuales fue en Beijing 2008 cuando María del Rosario Espinoza y Guillermo Pérez, ambos en taekwondo, lograron levantar la presea áurea y así darle por última vez la alegría de dicho metal a todo México.
Marco Verde, en boxeo, Osmar Olvera y Juan Celaya, en clavados, Prisca Awiti en judo y Alejandra Valencia, Ángela Ruiz y Ana Vázquez en tiro con arco, serán los nuevos nombres que entren al libro de historia del deporte nacional. Estos siete atletas hicieron vibrar a todo un país y sus grandes logros quedarán marcados para la eternidad, sobre todo, porque detrás de ellos viene una historia personal, de lucha y entrega que lograron sellar con un metal olímpico.
Esperanzas e ilusiones había, Carlos Sansores y Daniela Souza en taekwondo eran grandes candidatos, pero necesitarán prepararse mejor de cara a los próximos Juegos Olímpicos. Emiliano Hernández en pentatlón moderno y Gaby Agúndez en clavados tienen grandes posibilidades de ir a Los Ángeles 2028 y obtener una medalla, Matías Grande, en el tiro con arco, demostró que tiene temple y con una mejor concentración podrá buscar alguna presea en cuatro años.
Así como ellos, muchos otros, más los que se sumen serán la ilusión de un pueblo con casi 130 millones de habitantes.
El adiós que todo México hubiera querido que se fuera con una medalla, Alejandra Orozco, la niña que en Londres 2012 demostró que los sueños se pueden cumplir, que con solamente 15 años levantó su primera medalla y se convirtió en la ganadora nacional más joven de la historia; 12 años después decidió poner fin a una carrera llena de éxitos, fue doble medallista olímpica, vivió el adiós de una generación grandiosa de clavadistas tricolores y fue el ejemplo para darle la bienvenida a otro grupo de saltadores que prometen grandes logros para el país. No se fue con presea de París 2024, pero sí lo hizo con el agradecimiento de su público que en cada clavado no paraba de alentarla y recordarle lo importante que era.
Los dirigentes del deporte nacional, sobre todo, Ana Gabriela Guevara, directora de la Conade, había manifestado que la cosecha de medallas para París 2024 sería entre 9 y 11 metales, algo un poco lejano a la realidad después de 17 días en los que 109 atletas mexicanos representaron al país, solamente se consiguieron 5 medallas, un porcentaje tan sólo del 4.5 entre las variables ya mencionadas.
La guerra entre la gente de poder en el deporte mexicano sigue afectando a un país que, viéndolo desde afuera es querido, respetado y que sus atletas son aplaudidos y admirados, miles de personas hacen grandes esfuerzos para poder pagar avión, hospedaje, entradas, comidas y todo para alentar a un compatriota, no dejarlo solo y al final volver a empezar otro ciclo olímpico con los semejantes problemas, pero las mismas ilusiones y ahora Los Ángeles 2028 será de nueva cuenta el evento perfecto para soñar con más medallas y, sobre todo, el oro tan esperado.
