Mexicanos por el mundo

Mundial Qatar 2022: Raúl Jiménez vivió una pesadilla; la "fisura del cráneo" le provocó miedo hasta de cabecear

Los días para que el Mundial Qatar 2022 comience cada vez son menos y una de las incógnitas es si Raúl Jiménez estará a tiempo para la justa

Raúl Jiménez se lamenta en el duelo ante Ecuador, el domingo.
Raúl Jiménez se lamenta en el duelo ante Ecuador, el domingo. Foto: Mexsport

Los días para que el Mundial Qatar 2022 comience cada vez son menos y una de las incógnitas es si Raúl Jiménez, delantero mexicano de los Wolves, estará a tiempo para la justa, pues padece de una lesión que lo puede privar de asistir al torneo, aunque los peores momentos de su fractura de cráneo ya pasaron.

El ariete del Wolverhampton tuvo un accidente con David Luiz, quien en ese entonces jugaba para el Arsenal, que le provocó una fractura craneal y pese que no tuvo que dejar el profesionalismo, el choque sí le trajo varias secuelas.

"Tengo la fisura del cráneo y es difícil que me vuelvan a pegar en ese lugar, pero es recomendación de los médicos (usar la banda protectora)", indicó el jugador azteca de los Wolves en charla con el programa En Primera Persona, de Star+.

TE RECOMENDAMOS:
Jorge Campos defiende al "Tata" Martino, DT de México para el Mundial Qatar 2022
Raúl Jiménez se lamenta en el duelo ante Ecuador, el domingo.

La lesión provocó que Raúl Jiménez tuviera miedo de cabecear

Desde que reapareció en los terrenos de juego Raúl Jiménez utiliza una protección en la cabeza que poco a poco ha ido haciéndose más pequeña, la cual le cubre la parte de la cabeza que no ha soldado del todo.

“Hice partidos de pretemporada con una banda que ha ido cambiando; antes era una protección completa, luego se hizo más chica y ahora es una banda, tipo cinta de cabello largo, que cubre más esa parte, pues es donde el cráneo no está completamente soldado. Es de protección y que no haya un golpe crítico", explicó el canterano de las Águilas del América.

La lesión en la cabeza le trajo secuelas al "Lobo Mexicano", ya que las primeras veces que tuvo que ir a cabecear lo hizo con miedo, aunque con el paso de los entrenamientos y de los partidos esta sensación ha ido desapareciendo.

“La primera vez que me dijeron que me darían balones para cabecear, fui con miedo de ver qué pasa, al ver que no pasaba nada, ya fue normal. Entrar al campo, ir sin miedo e incluso sigo yendo a la misma zona de primer poste, la zona donde fue el accidente”, señala Jiménez.

aar

Temas: