Victor Wembanyama fue durante meses el jugador seleccionado número uno del draft de la NBA: la inusitada certeza en un proceso que a menudo entraña un juego de adivinanzas.
Sin embargo, a medida que se acercaba la hora cero en el escenario el nerviosismo se apoderaba del francés. “Fueron los cinco minutos más largos de mi vida”, declaró Wembanyama.
Los Spurs de San Antonio adquirieron ayer por la noche al jugador de 19 años que ha suscitado grandes expectativas de convertirse en la futura sensación del básquetbol, en medio de los gritos de “¡Wemby! ¡Wemby! de un grupo de fanáticos del club que agitaban pancartas en la primera fila de asientos del Centro Barclays en Brooklyn.
Wembanyama llega a la NBA con mayor estatura y revuelo en comparación con otros jugadores que también fueron primeros seleccionados en drafts previos.
Con su estatura de 2,24 metros (7 pies 4 pulgadas) tuvo un desempeño dominante en su última temporada en la liga francesa: fue líder en puntos, rebotes y lanzamientos bloqueados. Ahora llega a la NBA, quizá como la mejor promesa desde que lo hiciera LeBron James cuando dejó la secundaria en 2003.
Wembanyama está dotado de habilidades que parecen perfectas para el juego moderno de la NBA y demasiado vastas para un sólo elemento poseedor de la estatura de un pivote y la capacidad ofensiva y manejo de balón de un perimetral.
El jugador se retiró del escenario con lágrimas en los ojos y una gorra de los Spurs; abrazó a sus hermanos y mencionó el detalle de que le entregaron de inmediato un jersey blanquinegro con el número 1 y su nombre estampado en la espalda.
“Alguien ya sabía que esto sucedería”, afirmó. Todos lo sabían. Wembanyama acaparó la atención durante el proceso del draft; se sentó a la mitad del salón verde al menos por el breve tiempo que estuvo en el lugar.
Sonrió para los fanáticos jóvenes que gritaban “¡Victor!” cuando deambulaba en el lugar e incluso pidió que le arrojaran un balón que autografió y después envió a las gradas. Los Hornets de Charlotte se llevaron al alero novato de Alabama, Brandon Miller, como el seleccionado número dos del draft.
Scoot Henderson, de la G League Ignite, cuya chaqueta llena de adornos contrastaba con la mirada pálida de Wembanyama, fue el seleccionado número tres del draft. Se lo llevaron los Trail Blazers de Portland.
Al cabo de una serie de dos partidos disputados en octubre entre equipos en los que jugaron Wembanyama y Henderson en Las Vegas, el francés se consolidó como el jugador de mayor interés para este draft. Anotó 37 y 36 puntos respectivamente frente a buscadores de talentos y algunos futuros oponentes.
Sus mejores jugadas, como una volcada después de fallar un triple se convirtieron en un espectáculo que no podían perderse los fanáticos del básquetbol durante la campaña pasada.
Wembanyama es el tercer primer jugador seleccionado de los Spurs y el primero desde Tim Duncan en 1997, que redundó en una racha de cinco campeonatos de la NBA hasta 2014 aunque han tenido dificultades en las últimas campañas.
El francés se convirtió en el primer jugador internacional seleccionado como número uno sin haber jugado básquetbol colegial desde Andrea Bargnani en 2006 y puso fin a un periodo de 13 años consecutivos en el que un novato colegial fue seleccionado en ese puesto.
Blake Griffin, estudiante universitario de segundo año en 2010, fue el anterior seleccionado número uno que no jugó colegial un año y saltó al draft. Henderson fue considerado inicialmente como el posible seleccionado número dos pero Miller lo rebasó por su notable campaña con Crimson Tide.
Sin embargo, el jugador de 19 años considera que los dos años que ha visto acción en la liga menor de la NBA le han servido de preparación para que le vaya bien en la NBA.
“Soy el jugador más preparado en el draft. Así lo digo”, declaró Henderson. Los seleccionados número cuatro y cinco no pueden quedar fuera de la historia del draft.
Los mellizos Amen y Ausar Thompson, de Overtime Elite, se convirtieron en los primeros hermanos escogidos dentro de los primeros 10 del mismo draft. Amen se va a los Rockets de Houston y Ausar a los Pistons de Detroit.
“Esto significa mucho para mi familia”, dijo Amen Thompson. “Íbamos a estar felices no importara quien fuera primero. Para nosotros ir uno atrás del otro, ser los primeros mellizos seguidos dentro de los primeros cinco tiene una enorme importancia".
Anthony Black, de Arkansas, fue seleccionado número seis por el Magic de Orlando y puso fin a una racha de tres jugadores consecutivos que no fueron a la universidad.
Los Pacers de Indiana recurrieron a la cantera internacional: seleccionaron a Bilal Coulibaly, compañero de Wembanyama con Metropolitans 92 de Boloña-Levallois, cuyos bonos aumentaron en la postemporada cuando el equipo alcanzó las finales en la Liga Pro A.
Los Pacers cedieron los derechos de Coulibaly a los Wizards de Washington a cambio del alero de los Rockets de Houston, Jarace Walker, que fue seleccionado como número ocho.
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