Simone Biles fue todo sonrisas después de una impecable salida en las barras asimétricas que coronó otra dominante actuación para la estrella de la gimnasia artística. También fue un respiro de alivio luego de aquejar una molestia en el pie izquierdo que, por un breve instante, le sacó el aliento colectivo a la Arena Bercy.
Biles abandonó el piso por un instante al finalizar su rutina en la viga de equilibrio. Minutos después volvió y reveló su molestia. Aún sin estar en plenitud, la texana de 27 años demostró por qué es la gimnasta más laureada en la historia del deporte.
Su traje negro con incrustaciones iluminó con destellos la arena ubicada a un costado del río Sena con cada salto acrobático. Surcando el aire como polvo de estrellas, Simone Biles dejó en claro que se necesitará mucho más que eso para frenar su camino hacia la historia.
Se pudo escuchar a Biles diciendo ante las cámaras que había sentido algo en la pantorrilla y compitió con la pierna vendada. La estadounidense salió de la pista con cautela para sentarse a un costado por un momento, recibiendo un abrazo del entrenador Laurent Landi.
Biles inició su jornada en la viga. Dominio total con 14.733 puntos buenos para un segundo lugar detrás de la china Yaquin Zhou y un lugar en la final. A su regreso a la pista para la rutina de piso — a ritmo de Taylor Swift — titubeó brevemente. Sin embargo, el resultado fue el mismo 14.600.