En el marco de las Olimpiadas 2024, el pebetero rompe con todo lo que se había visto en ediciones pasadas, ya que éste, en lugar de un fuego tradicional, porta un complejo sistema de leds y boquillas nebulizadoras que juntas simulan la llama. Encendido por los últimos portadores de la antorcha, Teddy Riner y Marie-José Pérec, el pebetero consta principalmente de 3 partes: el globo aerostático que es un homenaje a los hermanos Montgolfier, pioneros de la aeronáutica y símbolo de la innovación y la aventura; el sistema de sujeción que se encarga de mantener estable el globo sin que éste se suelte o sufra algún percance y por último la base que crean estas fantásticas flamas que no queman, sino que iluminan. Con estos tres elementos, París deja un mensaje contundente: el de un futuro más responsable y eléctrico.
Gráficos: Julio Loyola y Roberto Alvarado.