Cuando un futbolista empieza con su carrera profesional, tiene claro que una lesión lo puede apartar de seguir jugando, pero en el peor de los casos, puede perder la movilidad en alguna parte de su cuerpo, tal es el caso de Toño García, exjugador de Pumas, equipo de la Liga MX.
La semana pasada se dio a conocer que García demandaría al club por negligencia médica, luego de que se le complicara una lesión que hasta hoy en día lo tiene en silla de ruedas.
Este lunes por fin rompió el silencio y se presentó a una conferencia de prensa junto al presidente de la Asociación Mexicana de Futbolistas (AMFPro), Álvaro Ortiz.
García aseguró que en los últimos dos años se sometió a cuatro cirugías y para la última pidió al club que lo dejaran salir a una clínica ajena para seguir con su rehabilitación.
"Tengo cuatro cirugías en la cadera, me las hice todas con contrato vigente en el club donde hubo un caso de negligencia médica, ya que que no se cumplió con el tiempo de rehabilitación. Para la cuarta operación se le pidió al club salir a una clínica para rehabilitarme y me fue negado y esa cuarta rehabilitación la hice con pasantes que estaban en el club”, dijo.
Asimismo, aseguró que hubo negligencia en Pumas, pues lo pusieron a jugar pese a tener molestias después de sus operaciones en la pierna izquierda y otra por una ruptura de cartílago.
“En el tema de negligencia es un tema delicado. A mí cuando me diagnostican se me opera la pierna izquierda y a las tres semanas se me opera la otra por una ruptura del cartílago. Me operan, hago la rehabilitación que dura cinco meses y regreso a jugar con una molestia que siempre la comente en el club y me dijeron que era normal, cosa que nunca pasó”, agregó.
Finalmente señaló a Rodrigo Ares de Parga, expresidente del Patronato del Club Universidad, y aseguró que fue prepotente cuando él se acercó a pedirle ayuda.
“Mi tema empieza en el 2012 por lo cual hay muchos implicados, pero los más importantes es Rodrigo Ares de Parga obviamente porque con él vio todo eso y nunca me dio la cara, siempre me mando con José Ramírez, el vicepresidente de operaciones. El señor me dijo ‘ni modo te tocó a ti, tuviste mala suerte y si quieres demandar, pues demándanos'”
rmp
