Vinícius Júnior tuvo algo más que celebrar, aparte de su gol en el partido del jueves, una victoria del Real Madrid por 2-0 sobre el Valencia.
El brasileño se salvó de una lesión grave tras una dura patada de su compatriota Gabriel Paulista en el segundo tiempo, lo que encendió un altercado y le valió la roja directa al zaguero del equipo Che.
Vinícius había eludido a su rival a los 72 minutos, cuando se llevó el golpe que lo lanzó al césped. De inmediato, el seleccionado brasileño se levantó para encarar a su rival, empujándolo por detrás, mientras otros jugadores se sumaban a la confrontación.
“Hay que proteger un poco a Vini, que es un chico muy explosivo en el campo, un chico que obviamente hace muchos regates y a un defensa no le gusta..., pero es su técnica y su manera de jugar... Creo que en muchos partidos le han dado muchas patadas... Es una patada sin balón, sin sentido”, lamentó el arquero Thibaut Courtois.
El zaguero madridista Éder Militão, sustituido poco antes, se enfrentó también con Paulista cuando se marchaba hacia el túnel tras la expulsión.
“Ha sido una acción fruto de la impotencia, se le ha ido un poco la cabeza, Gabriel ha cometido un acto fruto de la desesperación, un error, por ir perdiendo. Una tarjeta roja que ha dejado al equipo con uno menos. Es verdad que ya íbamos 2-0, después de eso ya era imposible”. señaló el técnico naranjero, Voro González.
Vinícius anotó su tanto tras una larga escapada en un contragolpe a los 54 minutos, dos después de que Marco Asencio había dado la ventaja a los locales con un tiro desde fuera del área.
Apenas la semana pasada buena parte de los dirigentes del futbol español habían condenado una expresión de odio contra Vinícius. Un muñeco con la imagen del brasileño fue colgado de un puente, antes del partido de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid.
La victoria del jueves colocó al conjunto merengue a cinco puntos del líder Barcelona, cuando se ha ido la mitad de la campaña. El club catalán ganó la víspera 2-1 en la cancha del Betis.
Los dos partidos fueron pospuestos en enero, por la participación de las dos potencias españolas en la Supercopa que se disputó en Arabia Saudí. El Madrid venció al Valencia en las semifinales por penaltis, antes de caer ante el Barça en la final.
El Madrid, que no había ganado en dos partidos en las distintas competiciones, perdió a dos de sus jugadores clave por lesiones. Militão fue reemplazado en la primera mitad y el francés Karim Benzema en los albores de la segunda.
Una visita al Mallorca el domingo marcará el último partido del Madrid antes de viajar a Marruecos para participar la semana próxima en el Mundial de Clubes, donde buscará ampliar su récord con un octavo cetro.
El conjunto merengue necesita apretar y esperar algún descalabro de su rival más cercano, el Barcelona.
