El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 analiza la posibilidad de prohibir que los aficionados griten o hablen en voz alta durante el evento con el fin de prevenir contagios de coronavirus y ahuyentar la enfermedad, para lo cual también se limitaría la entrada de espectadores a los estadios.
"Queremos estar seguros de ofrecer la oportunidad de que haya espectadores en las gradas, incluyendo visitantes extranjeros, además de pedirles que no griten o hablen en voz alta", señaló este jueves Toshiro Muto, director ejecutivo de Tokio 2020, en una conferencia de prensa telemática.
Muto subrayó que las condiciones definitivas para la presencia de público en las gradas en Tokio 2020 se decidirán durante la próxima primavera, en función de cómo evolucione la pandemia del coronavirus en Japón y en el resto del mundo, sin dejar de lado las restricciones de entrada al país que las autoridades niponas aplican a visitantes foráneos.
La cantidad de personas que podrán ingresar a los inmuebles se basará en las directrices del Ejecutivo nipón, que actualmente permiten hasta un 50 por ciento del aforo total en los estadios, aunque se ha autorizado hasta el 80 por ciento de los asientos en determinados eventos a modo de prueba.
"Vamos a monitorizar los resultados de estos experimentos y ver qué podemos aprender", comentó Muto al respecto.
Los anfitriones de Tokio 2020 contemplan realizar test PCR a los visitantes a su llegada a Japón y controlar frecuentemente su temperatura corporal y posible exposición a contagios, entre otras medidas sanitarias.
Otras medidas previstas para prevenir contagios de coronavirus incluyen garantizar una buena ventilación en las zonas cubiertas, instalar desinfectantes de manos o habilitar pantallas y otros separadores físicos para mantener la sana distancia entre los aficionados.
EVG