La guerra en Siria la obligó a huir. Hoy, disputa unos Juegos Olímpicos. Es la historia de Yusra Mardini, una nadadora quien tuvo que salir de su país por los conflictos bélicos y que de paso salvó a 18 personas.
Luego de que una bomba destruyera su hogar y la alberca en la que entrenaban, Mardini y su hermana Sara salieron de su país y estuvieron cerca de morir en el Mar Egeo.
Las hermanas se embarcaron junto con otras 18 personas para salir de Siria; sin embargo, una falla en el barco hizo que se detuviera a la mitad del oceano.
Ahí es cuando decidieron lanzarse y literalmente empujar el barco para que llegaran a tierra firme, pues eran las únicas dos que sabían nadar de los que estaban en la embarcación.
Un momento que nunca olvidarán
Yusra disputa en Tokio 2020 sus segundos Juegos Olímpicos, pero en su memoria siempre estará ese momento en el que la muerte estuvo cerca, pero que con determinación lograron evadir.
"Habría sido vergonzoso si la gente en nuestro bote se hubiera ahogado. Había gente que no sabía nadar. No iba a quedarme sentada y a quejarme de que me iba a ahogar. Si me iba a ahogar, al menos lo haría habiéndome sentido orgullosa de mí y de mi hermana", contó.
Yusra formó parte del primer Equipo Olímpico de Atletas Refugiados en los Juegos Olímpicos de Río 2016, que para la actual edición en Tokio multiplicó su total y ya hay 29 deportistas, incluyendo a Yusra.
En Río, Yusra marcó la competición, pues pese a que no nada por su país, representa a todos los millones de refugiados alrededor del mundo.
"No hablamos el mismo idioma y somos de diferentes países, pero la bandera Olímpica nos une a todos y ahora estamos representando a 60 millones de personas alrededor del mundo. Estamos muy felices juntos como equipo", dijo.
rmp