Dos días antes de afrontar la final contra Argentina, Raphael Varane e Ibrahima Konaté fueron los otros jugadores de Francia atacados por un virus, motivo por el que no entrenaron.
Ambos se unieron a sus compañeros, Dayot Upamecano, Adrien Rabiot y Kingsley Coman a los que también les dio gripa.
Upamecano y Rabiot se reincorporaron a las prácticas ayer, pero Coman seguía ausente. Theo Hernández y Aurelien Tchouaméni tampoco entrenaron.
Ousmane Dembélé restó importancia a esta situación y descartó que al interior del planten estén preocupados, a pesar de esta situación en la antesala de la gran final ante la albiceleste.
“No lo estamos. No le tenemos miedo al virus. Dayot y Adrien sintieron dolor de cabeza, algo de molestia estomacal. Les preparé un té con jengibre y miel de abeja y se sintieron mejor”, aseveró Dembélé, quien en Medio Oriente acumula dos asistencias y 397 minutos.
Por su parte, el delantero Randal Kuolo Muani relató que los servicios médicos del equipo han establecido espacios sanitarios y que los jugadores están siendo muy cuidadosos.
“Los que se han enfermado se quedaron en sus habitaciones. Los doctores les han brindado un excelente tratamiento y nos estamos lavando las manos. Hay gel para todos antes de ir a la mesa, nos saludamos de puño. Somos muy estrictos”, comentó el atacante.
El director técnico Didier Deschamps ha dicho que el sistema inmunológico de sus jugadores “podría estar mermado un poco”, debido a la intensidad del torneo. Además resaltó que “el uso de aire acondicionado también podría afectar”.
Francia ha tenido que salir adelante incluso desde antes del arranque de la Copa del Mundo, a la que llegó con algunas bajas sensibles como las de N’golo Kanté , Paul Pogba y Presnel Kimpembe.