Por segunda vez en la semana, Rafael Nadal volvió a sufrir una aparatosa caída, ahora durante la final del Masters 1000 de Roma, ante Novak Djokovic.
En una jugada al filo, Nadal corrió para cortar el ángulo y aunque ganó el punto, su salud se puso en riesgo, luego de que se le quedara el pie atorado en las líneas laterales.
“Un día nos vamos a matar”, dijo Nadal al juez de Silla, Carlos Bernardes, muy enojado, mientras se cambiaba la playera que quedó llena de arena de la pista.
Algo similar había sucedido en el partido contra Alexander Zverev, en los Cuartos de Final, el pasado viernes, aunque la de este domingo fue más aparatosa.
rmp
