A poco más de media hora para que terminara la final de la Champions League entre Manchester City y Chelsea, las cosas se complicaron para los Citizens tras la salida forzada del belga Kevin De Bruyne.
Un fuerte choque de cabeza con el alemán Antonio Rüdiger en la media cancha dejó muy mal parado a De Bruyne, quien por ese motivo debió abandonar el terreno de juego en medio de lágrimas y con el ojo morado.
Tras unos segundos tendido en el césped, el belga se levantó para salir y cederle su puesto al brasileño Gabriel Jesus.
El equipo dirigido por Josep Guardiola busca conquistar su primer título de Champions League en la historia.
EVG