Argentina logró una victoria histórica al vencer 1-0 a Brasil el martes pasado, arrebatándole el invicto que la 'Canarinha' mantenía como local en eliminatorias mundialistas.
La antesala al Superclásico de las Américas tomó las playas de Río de Janeiro para encender la pasión futbolística en un duelo de habilidades pamboleras que desencadenó en un desafío playero entre aficionados de ambas selecciones.
El periodista argentino de TyC Sports, Matias Pelliccioni, armó un reto de dominadas en la playa, al que se unieron varias personas, entre ellas un hincha de la albiceleste y un mesero brasileño, el cual prometió superar el número de dominadas de su rival o si no regalaría bebidas a todos los circundantes.
El brasileño aceptó el reto con maestría y añadió un toque de espectáculo al equilibrar el balón mientras sostenía una bandeja llena de vasos de caipirinha con una mano. A pesar de las distracciones y pequeñas 'trampas' lanzadas por los argentinos presentes, el vendedor mantuvo su concentración, incluso haciendo una cabriola con el balón y pasando el pie por debajo dos veces.
La intensidad de esta contienda dejó claro que la rivalidad entre estos dos equipos va más allá del terreno de juego. El brasileño concluyó su demostración lanzando el esférico hacia el cielo, sellando su victoria ante la mirada incrédula de los espectadores.
Violencia en el Maracaná por el Clásico Sudamericano
El Estadio Maracaná fue testigo de los hechos violentos entre aficionados de Argentina y Brasil por el partido de las Eliminatorias Conmebol rumbo al Mundial 2026.
Al percatarse de los hechos, Lionel Messi tomó la decisión de llamar a sus compañeros de la Selección Argentina de regreso al vestuario, retrasando el inicio del partido por más de 20 minutos.
La tensión comenzó cuando la policía brasileña atacó brutalmente a fanáticos argentinos en las gradas, desencadenando un caos que culminó con heridos abandonando el estadio.
Los jugadores de ambas selecciones estaban listos en el terreno de juego, pero la violencia en las gradas provocó una reacción inmediata de los futbolistas argentinos.
De nueva cuenta la brutalidad de la policía brasileña y la violencia entre fanáticos manchó el espectáculo del futbol, pues no es la primera vez que la seguridad carioca tiene este tipo de encontronazos con aficionados.
mmt