Después de dirigir La forma del agua, ganadora de cuatro premios Oscar, el realizador mexicano Guillermo del Toro tenía dos rutas: seguir en ese camino de seres fantásticos que le ha dado seguridad o arriesgar todo. Eligió lo segundo y así nació El callejón de las almas perdidas, primera incursión en el film noir y el proyecto en el que reaprendió como director.
“Esta película en cierta forma es, y ésa es la catarsis de ella, apostar a algo muy diferente que requiere herramientas distintas, curiosamente que veo en películas mexicanas, pueden ser de Ripstein o Buñuel, es muy cercana a un espíritu con el que crecí como cineasta”, ha señalado Guillermo del Toro, en una charla virtual tras la presentación de su nuevo largometraje a la prensa mexicana.
El callejón de las almas perdidas, cinta basada en la novela de 1946 Nightmare Alley, del escritor estadounidense William Lindsay Gresham, aborda la historia de Stanton Carlisle (Bradley Cooper), un hombre arribista con un oscuro pasado que va aprendiendo el arte del mentalismo en una feria ambulante, pero su ambición lo lleva a ofrecer su espectáculo ante gente adinerada, lo cual irá acrecentando su deseo de obtener más y más dinero a costa de todo, de la mano de una psiquiatra (Cate Blanchet).
Desde hace más de dos décadas, antes del filme La invención de Cronos (1994), el también director de El laberinto del fauno deseaba incursionar en el cine noir de la mano de la novela No habrá final feliz, del escritor Paco Ignacio Taibo II; sin embargo, no pudo materializarlo y es hasta ahora que cumple este sueño.
“En realidad siempre he querido y he estado enamorado de la literatura negra, policiaca, en México se ha hecho gran literatura negra. Desde un inicio mi interés ha sido la literatura policiaca, el cine noir”, señaló Del Toro.
Para lograr ese anhelo, el cineasta jalisciense tuvo que reinventarse. “Reaprendí mis herramientas de director, normalmente filmó pedazos chiquitos, edito en cámara, en lugar de un máster hago los pedazos que se van necesitando y en esta película por primera vez empecé a usar la cámara para observar a los actores y dejaba que la escena completa sucediera en cada plano, terminar esa herramienta costó trabajo. Era encontrar la verdad frente de la lente”, contó.
Del Toro consideró que en El callejón de las almas perdidas, que llega este próximo jueves a los cines de México, aprendió a “escuchar lo que la película y los actores me pedían. Como director llevo muchos años hablando, ahora nunca voy a filmar de la manera en que lo hacía antes”.
Resaltó que, si bien la cinta se ambienta en la década de los 40 y trae esta atmósfera de la carpa con la cual creció en su infancia en Jalisco, las temáticas que toca siguen siendo actuales.
“Habla de cosas muy actuales para mí, esta idea de la fama como algo vacío, la vida del éxito como algo vacío, porque si estás roto no hay éxito que te vaya a llenar. Este personaje, Stanton, se pone máscara, tras máscara, tras máscara, para buscar provecho en varios momentos y sólo hasta el final queda revelado quién es para él mismo”, expresó.
La película también es protagonizada por Toni Collette, Willem Dafoe, Richard Jenkins, Rooney Mara, Ron Perlman, Mary Steenburgen y David Strathairn.
