El cantante The Weeknd quedó a deber y dividió opiniones ayer con su show de medio tiempo en el Super Bowl 2021, pues en redes sociales unos lo aprobaron y otros lo tacharon de aburrido.
El espectáculo incluyó un laberinto de luces, representación de edificios y de Las Vegas, juego de fuegos artificiales y una coreografía que llenó parte de la cancha del estadio Raymond James, en Tampa, Florida. Fue pensado en los conciertos que ha dejado la pandemia de Covid-19: virtuales y admirados desde pantallas.
The Weeknd inició su presentación descendiendo de un lujoso automóvil y con una escenografía que emuló a Las Vegas, en una de las cabeceras del estadio, desde donde interpretó “Starboy”, una de sus canciones más conocidas y en la que originalmente comparte créditos con Daft Punk. Para la ocasión vistió uno de sus clásicos trajes, en tonalidades rojas.
A esta canción siguió “The Hills”, otro de sus grandes hits; y después “I can’t feel my face”, momento en el que entró a una especie de laberinto de espejos en compañía de varios bailarines.
Por la pandemia de Covid-19, para el show de medio tiempo una tribuna del estadio se acondicionó y sólo hubo 22 mil fanáticos admirándolo. Fue la primera vez en muchos años que la presentación no ocurrió en el terreno de juego.
Cuando llegó el momento del tema “I feeling coming”, las pantallas que se dispusieron mostraron un cielo estrellado y una luna, mientras del otro lado se apreciaba una lluvia de fuegos artificiales que iluminó las tribunas desde donde fans del intérprete le gritaron.
En una parte de su espectáculo estuvo acompañado por violinistas, mientras The Weeknd, ganador de tres Grammy y nueve Billboards, cantaba.
Uno de los momentos más emblemáticos y con el que cerró su presentación de 16 minutos, fue cuando decenas de bailarines hicieron una coreografía sobre el césped verde. Estaban ataviados con cubrebocas y vendas blancas sobre el rostro.
En medio apareció The Weeknd cantando “Blinding Lights”, una de las canciones que ha cobrado mayor fama en los últimos meses.
Contrario a lo que se esperaba, no hubo invitados especiales en el medio tiempo, pese a los rumores que apuntaban a que iban a participar, Rosalía, Maluma, Ariana Grande y Daft Punk.