Querido Andrés Manuel:
Sé que no eres Santa Clos, pero sólo tú puedes obrar este milagro con el advenimiento de la República Amorosa.
Sé también que conoces La Laguna, en tu campaña pasaste por aquí. Estarás enterado que Morena ganó para presidente en todo Coahuila, excepto en Saltillo.
A propósito de la cuna de los Moreira, tengo una petición que hacerte. La creación del Estado de La Laguna.
Desde hace décadas el torreonense y el saltillense han tenido una relación ríspida por varios motivos. El principal: Torreón tiene un equipo de primera división de futbol. Nada más antilagunero que ser fanático de un equipo nuevoleonés. En Saltillo prefieren ser fans de Tigres, que de Santos.
Otro aspecto que provoca la rivalidad entre Saltillo y Torreón es la diferencia entre ciudades. Saltillo es una iglesia dentro de un pueblo. Amén de una panadería gigante. Es la única ciudad del vasto norte que no parece norteña. Está más cerca de Puebla que de McAllen. Por el contrario, Torreón es una ciudad postindustrial. Con todos los problemas que ello implica. Una urbe muy contaminada, con una calidad de vida deficiente, con problemas de escasez de agua. Sin embargo, los saltillenses nos envidian como si fuéramos Portugal.
Saltillenses y torreonenses llevan décadas ladrándose. Nos han llamado los argentinos de Coahuila. Les concedo razón. El lagunero es fantoche, echador y presumido. Pero los saltillenses no se quedan atrás. Su municipio es el último reducto del priismo, vaya, si hasta el Edomex votó por ti.
Desde hace décadas el lagunero es un ser que ha vivido en el limbo identitario. El de Torreón no se siente coahuilense, y los de Gómez Palacio y Lerdo no se sienten duranguenses. El lagunero es lagunero y tan tan. Somos tan distintos en todo. En la gastronomía, por ejemplo. Aquí rifa el pan francés, la gordita, el burrito, el lonche de adobada. En Saltillo lo único que tienen pa presumir es el pan de pulque.
"Otro aspecto que provoca la rivalidad entre Saltillo y Torreón es la diferencia entre ciudades".
El problema radica en que una parte importante del ingreso de los estados de Coahuila y Durango lo aporta La Laguna. Cada vez que ponemos el tema sobre la mesa se nos acusa de separatistas. De argentinos hemos pasado a catalanes. Como estarás enterado, en 2011 se destapó que la deuda del Estado de Coahuila sumaba 30 mil millones de pesos. Cifra que aumentó a 35 mil 700. Y que hasta octubre de 2018 se había cubierto el 46 % de la cifra pero en puros intereses. Es decir que esa bronca es un barril sin fondo.
Los habitantes del estado nos acostamos una noche sin deberla ni temerla y al día siguiente despertamos embarcadísimos. Y qué hizo nuestro gobernante en turno, Rubén Moreira. Quemar papeles, no iniciar un juicio contra su hermano, el Profe Moreira, y pedir más y más lana.
Pero lo que más cala es que mientras Torreón aporta a la capital del Estado, Saltillo nos tiene durmiendo en la orillita de la cama. Durante la administración de Humberto Moreira, parte del Estado se remodeló, incluido Saltillo. Y a Torreón el recurso jamás llegó, por la disputa que tenía el gober con el alcalde en turno, José Ángel, panista. Con nuestro dinero hacen y deshacen y el presupuesto para Torreón es injusto.
Y en materia cultural no se quedan atrás. Los mejores espectáculos se los reservan para la capital y a los laguneros nos tratan con condescendencia. En resumen: en todos los rubros ocurre lo mismo.
Sólo existe una manera de poner fin a esta disputa. Escindir a Torreón, Gómez Palacio y Lerdo de Durango y de Coahuila. Por eso te imploro Andrés Manuel que lleves a cabo la creación del Estado de La Laguna. Una iniciativa que encaja a la perfección en tu proyecto de descentralización de las instituciones. Libéranos de esa carga.
En tu visita a Torreón te habrás percatado del estado del pavimento. El vicio por rebautizar esta ciudad no termina. Su nuevo mote es Ciudad Bache. Gómez y Lerdo están en las mismas condiciones. Si de verdad fuéramos argentinos o catalanes no seríamos la ciudad número uno del estado en robo de vehículos. Pero el objetivo de esta carta no es para elaborarte una lista de quejas. Es para pedirte por favor que nos otorgues la independencia.
Esta mañana, mientras llevaba a mi hija a la escuela escuché en las noticias que el avión presidencial ya estaba en San Bernardo, California. Ayer vi fotos de paseantes en Los Pinos. Si todo eso se puede, seguro que el Estado de La Laguna también.
Es el único regalo de reyes que voy a pedir.