Un retrato de López Velarde

larazondemexico

Fernando Fernández es poeta, editor de las revistas Quodlibet y Liber, así como conductor del programa de radio "A pie de página". Apasionado lector de López Velarde, hace poco se enteró de la existencia de un retrato que Herrán le hizo al poeta. El 14 de diciembre de 2018 narró en su blog Siglo en la brisa (oralapluma.blogspot.com) la historia de cómo pudo contemplar el retrato. Con su autorización reproducimos extractos de ese texto:

“Ha sido una sorpresa no menor y un pequeño gran acontecimiento en el mundo de los entusiastas del poeta zacatecano, la posibilidad de que aparezca ahora, un siglo después de la muerte de ambos amigos, un retrato a lápiz de Ramón López Velarde (1888-1921) hecho por Saturnino Herrán (1887-1918)... Según el poeta Marco Antonio Campos, uno de los principales conocedores de López Velarde, los estudiosos se habían extrañado siempre de que Herrán, quien retrató a algunos de sus contemporáneos y amigos, como por ejemplo a Pedro de Alba, no hubiera dejado una imagen, ya fuera dibujada o pintada, de su ‘entrañable hermano’ Ramón... El 23 de noviembre pasado, mi amiga Mariana Bernárdez  me mandó la foto del dibujo y me puso en contacto, a través de un chat de whatsapp, con su actual propietario, el joven arquitecto Ricardo Castillo...

Por fin, el pasado jueves 6 de diciembre pudo vérseme atravesar la puerta del local de Galerías Castillo, en la calle de Marconi, en el Centro Histórico, donde tuve la oportunidad de inspeccionar con calma el retrato... Sobre una pila de aguafuertes de Tamayo, nada menos, un gentil Ricardo Castillo, todo sonrisas y amabilidades, posa el dibujo de Herrán ya enmarcado y me permite estudiarlo con calma. Mientras lo contemplo por vez primera, él me hace el relato de cómo llegó a sus manos. Según me cuenta mi nuevo amigo, el dibujo le llegó a través de un restaurador apellidado Vallejo, quien se lo había comprado a unas sobrinas nietas de López Velarde. Según sus palabras, estas damas, ajenas a su valor, lo mantuvieron durante todos aquellos años doblado en dos, oculto entre las sombras de un armario.

El propietario actual del dibujo, quien dice por cierto que no tiene intenciones de venderlo, me cuenta que consultó el asunto con el nieto del pintor de Aguascalientes, quien lo ha dado por bueno... No tengo de momento más información sobre el asunto, pero me prometo seguir averiguando”.