Quiero que la literatura sea una cabal explicitación, y, por mi parte, no distingo entre mi vida y mis letras. ¿No dijo Goethe: "Todas mis obras son fragmentos de una confesión general"?
· Cuando una mano se alarga para pedirme algo, pienso que esa mano puede ser, mañana, la que me ofrezca un vaso de agua en mitad del desierto.
· No me avergüenzo de que se me llame “humanista”, porque hoy por hoy humanista casi ha venido a significar persona decente en el orden del pensamiento, consciente de los fines y de los anhelos humanos.
· “Grecia” es un modo de hablar, es un lenguaje cuya ventaja es ser universalmente comprensible y, además, el encontrarse, como un común denominador, en la base de todos nuestros lenguajes de cultura.
· El arte de la expresión no me pareció como un oficio retórico, independiente de la conducta, sino como un medio para realizar plenamente el sentido humano.
La unidad anhelada, el talismán que reduce al orden los impulsos contradictorios de nuestra naturaleza, me pareció hallarlo en la palabra.
· Nosotros, obreros de ensartar palabras.
· Mi corazón ha estado siempre con el que inventa un hábito nuevo, un nuevo ensayo biológico que imprima, para siempre, una transformación de la especie.
ARTE DE VIVIR
· Yo dormí bien. Yo duermo siempre. Mientras yo conserve el sueño, mío es el mundo.
· Creo más en las ideas que en las coces, y mucho más en la parte constructiva que en la parte adversativa de las ideas.
· Ayer se me dijo que este anhelo de esclarecer mis experiencias era vanidad; mañana se verá que es historia.
· A veces se dan incendios en el mundo que amenazan carbonizar la historia.
· El justo debe saber que todo, en este valle de crímenes, nos ha sido solamente prestado.
· El valiente podrá ver el sol a través de los agujeros de su escudo; nunca el cobarde.
· La gloria no está hecha de mármol y oro monumentales, sino de miserias y fatigas; “de polvo y sol”, dijo el romántico.
· ¡Cuántos destinos fracasados andan por ahí a carcajadas!
· La herencia humana no se inventa, se cataloga.
· Toda investigación pone fin a un mito.
· No hay que romper el objeto enterrado, ni aderezarlo ni sustituirlo. Hay que sacar, en toda su pureza, la reliquia de la memoria.
· El maniqueísmo es la herejía connatural del espíritu.
· En el modo está todo.
· Conforme la flor se traslada de la tierra al espíritu, gradualmente se va trocando menos mortal.
· En el fondo de la mística, ¿no es verdad que alienta la herejía?
· Todo se mueve, porque todo cae. Vamos hacia abajo.
· Las cosas comienzan siempre por no ser lo que son.
· No hemos de estar contra las piedras, que son cosa noble y sencilla, sino contra los cerebros que se petrifican.
· Saciar un deseo es matarlo; satisfacer una demanda es cerrar el proceso. Para que el proceso siga abierto, para que el mundo marche, es fuerza que alguien quede sin cesar disgustado.
· Es de creer que la luna nació en Venecia.
"Los libros no son más que el depósito de las experiencias y los pensamientos de los hombres, en esta larga investigación que es la vida. Ellos conservan el registro de todas las conquistas humanas".
POESÍA, POETAS Y PALABRAS
· La poesía es el baile del habla.
· La misión de la poesía es, en definitiva, la salvación del hombre.
· Como verdadera creación, la poesía está fuera de su creador.
· Amanece entre friolentas penumbras y empieza el trino. Llega un verdadero poeta.
· El pensar poético sólo se realiza en el sacrificio de la palabra.
· No niego el dolor a los poetas, el dolor humano; pero no creo en el dolor de ser poeta.
· La palabra, la denominación que se da a las cosas, influye en los actos.
· Hay palabras que se deslizan y nos abren el corazón como una espada fría y sutil.
· Para el hombre, en cuanto hombre, existir cabalmente es transformar esa otra cosa, ese sustento de la base, en sentimiento y en pensamiento, cuya manifestación es la palabra.
· La palabra es la última precipitación terrestre de todas las conclusiones humanas, y el resto del viaje es ya incumbencia de la religión.
· Desde el día en que Adán puso nombres a los entes de la creación para apoderarse de ellos por medio del lenguaje, la suma sensualidad humana es la palabra.
· Cazador sutil el que entra en la selva para cazar palabras.
· Para que persista la palabra, para que ligue y comprometa la conducta del que la profiere, nació el derecho burocrático que, mientras llegaba el derecho constitucional, por lo menos obligaba al soberano a no desdecirse constantemente.
· Los letrados, en su anhelo de fijar las formas, matan el lenguaje.
· Donde propiamente se engendra el lenguaje es entre la gente anónima del populacho.
· En la pronunciación vulgar descubro los movimientos del lenguaje vivo, y en cada dislate de los palurdos persigo lo que podrá ser nuestra lengua culta del porvenir.
· El lenguaje humano ha nacido para las transacciones diarias y no especialmente para las manifestaciones del arte verbal.
· Para que no se pierdan las creaciones de la palabra, los fastos humanos que ella recoge y perpetúa, el museo y la escuela del hombre que ella por sí sola representa, para todos esos fines mágicos se inventó la fijación del lenguaje.
· El lenguaje engendra una conducta.
· La mano ha sido también lenguaje y, en cierta medida, sigue siéndolo.
LA LITERATURA Y LOS LIBROS
[caption id="attachment_918874" align="alignright" width="260"] Fuente: Capilla Alfonsina / INBAL[/caption]
· La literatura no es una actividad de adorno, sino la expresión más completa del hombre.
· Sólo la literatura expresa al hombre en cuanto es hombre, sin distingo ni calificación alguna. No hay mejor espejo del hombre.
· La literatura, a fuerza de aplaudir el presente, acaba por perder un poco la eficacia del ideal.
· La literatura, mentira práctica, es una verdad psicológica. Hemos definido la literatura: La verdad sospechosa.
· Los libros no son más que el depósito de las experiencias y los pensamientos de los hombres, en esta larga investigación que es la vida. Ellos conservan el registro de todas las conquistas humanas.
· El más alto fin de los libros: el ser, para los hombres, una grata y fiel compañía.
· Los libros son como unos huérfanos perennes, sin padre que los valga.
· La vida muere, los libros permanecen.
· El sino del impresor amateur es la desdicha.
· Eso que leemos en los libros no es el idioma, sino el retrato o reflejo de un solo momento del idioma. Es la fría ceniza que cae de la combustión de la vida. Es como la huella de los idiomas.
· Hay mal de libros como hay mal de amores. Quien se entrega a ellos olvida el ejercicio de la caza y la administración de su hacienda. Las noches, leyendo, se le pasan de claro en claro y los días de turbio en turbio. Al fin, se le seca el cerebro.
· Los libros son, como la libertad, el refugio de los pecadores.
· Hay grandes artistas que escriben con el puñal o mojan la pluma en veneno.
· Escribir, como quiere Goethe, no es más que un abuso de la palabra.
· Para ganar el pan con la pluma hay que escribir mucho.
· Leer y escribir se corresponden como el cóncavo y el convexo; el leer llama al escribir, y éste es el mayor y verdadero mal que causan los libros.
· El escribir, según los diálogos platónicos, no pasa de ser una diversión. La escritura, accidente del lenguaje, pudo o no haber sido: el lenguaje existe sin ella. Pero la escritura, al dar fijeza a la fluidez del lenguaje, funda una de las bases indispensables a la verdadera civilización.
· Los escritores antiguos y modernos escriben para vaciar en sus escritos todos sus pensamientos y, como hayan sabido expresarse cabalmente, todo su ser.
· Nunca conozcas las engañosas caricias de la moda, frecuente enemigo del valor.
· El cultivo de lo efímero, si ello es hermoso, posee sus encantos irónicos.
· La popularidad crece o mengua, como las fases de la luna.
"Mientras haya un país que tenga ambiciones sobre los demás y se arme con miras a la conquista, el verdadero pacifismo consiste en crear alianzas y armarse para evitar semejantes delitos internacionales".
CULTURA, ARTE, IDEAS
· Cuando la sociedad pierde su confianza en la cultura, retrocede hacia la barbarie con la velocidad de la luz.
· La cultura quiere alumbrar por igual a todos los hombres —y este todos-los-hombres lleva en sí el postulado político.
· La cultura debe ser popular, y nadie tuerza mis palabras ni piense que he dicho demagógica.
· La cultura es el aire que las sociedades respiran.
· La cultura no es, en efecto, un mero adorno o cosa adjetiva, un ingrediente, sino un elemento consustancial del hombre, y acaso su misma sustancia.
· La cultura... es el acarreo de conquistas a través de las cuales el hombre puede ser lo que es, y mejor aún lo que ha de llegar a ser, luchando milenariamente contra el primitivo esquema zoológico en que vino al mundo como enjaulado.
· La cultura es el repertorio del hombre. Conservarla y continuarla es conservar y continuar al hombre.
· La naturaleza inspira todo el arte de los antiguos, y no el capricho de una raza o de un individuo.
· El arte, todo el arte, la “fermosa cobertura”, que decía el Marqués de Santillana, palabra que parece superficial y es profunda.
· El arte se rige por una ley rítmica, como la vieron los antiguos muy claramente. Música era para ellos todo arte, y a Sócrates, su demonio familiar incesantemente le decía: “¡Oh, Sócrates, haz Música!”
· El arte es una continua victoria de la conciencia sobre el caos de las realidades exteriores.
· Acaso la misión directa de la inteligencia no sea gobernar.
· El filósofo en el trono, como Marco Aurelio, no es más que un lujo accidental de la historia.
· Las ideas caminan con los hombres, y a veces en sentido contrario. Nunca sabe uno lo que crea, lo que halla.
· El pensamiento es la forma plena de la acción.
CRÍTICA Y LENGUAJE
[caption id="attachment_918875" align="alignleft" width="301"] Fuente: Capilla Alfonsina / INBAL[/caption]
· La crítica es disolvente.
· Los mecanismos de la publicidad, y la pereza natural del espíritu, han acabado por hacer de la crítica una función anodina, cuando no venal.
· Dicen que la cárcel no se inventó para el primer delincuente, sino para el primer crítico.
· ¡La crítica, esta aguafiestas, recibida siempre, como el cobrador de alquileres, recelosamente y con las puertas a medio abrir!
· La crítica no es necesariamente censura en el sentido ordinario. La crítica también encomia y aplaude. Más aún, explica el encomio y enriquece el disfrute.
· Como el bienestar no llueve del cielo, hay que solicitarlo desde el suelo mediante un juego de técnicas cuya base es el Abecedario.
· “Alfabeto y jabón”, decía hace años José Vasconcelos, pensando en la necesidad de reconstruir biológica y culturalmente nuestra sustancia humana. Alfabeto, pan y jabón, hay que decir. Y todo lo demás se os dará por añadidura.
POLÍTICA
· Nuestro ideal político consiste en igualar hacia arriba, no hacia abajo.
· Un régimen cae, muchas veces, más por no estar bien defendido que por haber sido atacado.
· La política en su más alta función tiene que velar por la preparación del porvenir.
· Los dos crímenes mayores: la impiedad y la soberbia.
· ¡El pasado inmediato! ¿Hay nada más impopular?
· Los profetas suelen ser guías peligrosos.
· Desconfiemos del que nos predica la salvación sin esfuerzos, y tengamos la suficiente fe para no aceptar siquiera la promesa de una victoria sin merecimientos.
· A veces se dan incendios en el mundo que amenazan carbonizar la historia.
· Mientras haya un país que tenga ambiciones sobre los demás y se arme con miras a la conquista, el verdadero pacifismo consiste en crear alianzas y armarse para evitar semejantes delitos internacionales.
· Hay que fortalecerse a tiempo para poder resistir la paz de mañana.
· La paz, como la democracia, sólo puede dar todos sus frutos donde todos la respetan y aman.
· Cuando la violencia, la impudicia, la barbarie y la sangre se atreven a embanderarse como filosofías políticas, la duda no es posible un instante.
· ¡Oh libertad, cuántos estímulos diferentes se disfrazan bajo tu nombre!
· Una pequeña exageración, un toque caricaturesco no ofende seguramente el decoro de la historia: atrevámonos a decir que el descubrimiento de América fue el resultado de algunos errores científicos y algunos aciertos poéticos.
· De lo real e imaginario está tramada la vida.
· Hay que dejar a la vida algunos flecos sueltos; a la obra, algunas intenciones menores.
· Vivió mucho, por no encontrar cosa mejor. Vivió tanto, que ya no tenía enemigos.
· Beatos los que no escatiman su vida, porque esos se salvarán.
· Tomarse en serio es ya un síntoma de fatiga nerviosa, de surmenage.
· Lo que importa es lanzar la piedra al agua dormida.
· Grecia, súbita flor entre la broza, redobla visiblemente sus esfuerzos para dignificar la virtud y la inteligencia, únicos escudos contra el asalto de las gravitaciones oscuras.
· Es propio de todos los héroes épicos el ganar batallas después de muertos.
· El bien no debe confundirse con nuestro interés particular en este o en el otro momento de nuestra vida. No debe confundírselo con nuestro provecho, nuestro gusto o nuestro de-
seo. El bien es un ideal de justicia y de virtud que puede imponernos el sacrificio de nuestros anhelos, y aun de nuestra felicidad o de nuestra vida. Pues es algo como una felicidad más amplia y que abarcase a toda la especie humana, ante la cual valen menos las felicidades personales de cada uno de nosotros.
· No hay persona sin sociedad. No hay sociedad sin personas+
"Una pequeña exageración, un toque caricaturesco no ofende seguramente el decoro de la historia: atrevámonos a decir que el descubrimiento de América fue el resultado de algunos errores científicos y algunos aciertos poéticos".
MISCELÁNEA
· El acento pasa del saber al comprender. Y el que comprende, crea.
· La sabiduría es un peso específico del alma, y no una suma de conocimientos allegados desde afuera.
· No hay persona sin sociedad. No hay sociedad sin personas.
· Hay que cumplir con el deber a conciencia, o rechazarlo. Nada peor que desempeñarse a medias, propia artimaña de aventureros.
· La vocación es más bien un ritmo genérico y puede abrazar varios oficios y saciarse en varias aventuras de la mente. Es más: las necesita, si es tan amplia como imperiosa.
· El deseo, sagrado y legítimo en sí, o esteriliza cuando es contrariado, o arrastra a desvíos cuando no se lo educa.
· La conversación viene a ser la primera forma de la literatura.
· Lo clásico es lo sencillo y lo inmediato. Pero a ello sólo se llega por lo complicado y lo mediato. A menos que se haya nacido griego.
· El estilo es economía.
· El estilo, profundamente considerado —“el estilo es el hombre mismo”—, se obtiene por un reflejo natural del temperamento en el espejo de las palabras.
· Repitamos con Oscar Wilde: a no haber dejado una obra de arte, queda todavía el haber sido una obra de arte.
· Tomar partido es lo peor que podemos hacer... Adoptémoslo todo y tratemos de conciliarlo todo.
· La cortesía... dulce freno a la animalidad y escuela práctica de humanización para el hombre.
· El verdadero ideal de los hombres es no tener cuentas con la ley: mal signo cuando llama la justicia a la puerta de nuestra casa.
· ¡A ver si, entre todos, acabamos por desterrar la violencia, la ceguera, el crimen, cínicamente erigidos en normas de la vida social por la voluntad de dos o tres locos!
· La vida se construye a golpes de rayo, sí; pero, para eso, hay que llevar antes las pilas bien cargadas.
· Sólo el baño de la conciencia nos distingue del bruto.
· El hombre normal es un modelo abstracto; en la realidad, a todos nos falta algún tornillo.
Agradecemos la generosidad y cortesía de Gabriela Said Reyes, Directora de Publicaciones de El Colegio de México, por este adelanto de Curiosidades de coleccionista, libro que será publicado en fecha próxima por esa institución. Expresamos también nuestra gratitud a Javier Garciadiego, director de la Capilla Alfonsina / INBAL, por la reproducción de los tres dibujos de Reyes, y al ingeniero Eduardo Mejía Muñiz, de la misma entidad, por su trabajo técnico.