Ginger Baker: drums drugs

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Foto: larazondemexico

Su vida fue como el solo de batería de “Toad” en vivo: impredecible, furiosa, explosiva y épica. El baterista del trío psicodélico Cream intentó dejar la heroína 29 veces. Un ejemplo de perseverancia y resistencia; no murió por sobredosis, sino por achaques pulmonares, cardiacos y una osteoartritis avanzada, a los 80 años. La discusión sobre quién ha sido el baterista más chingón del rock se parece a la de quién inspiró al bataco de los Muppets. Bonham, Moon o Baker. Por la cabellera roja de Animal Muppet, fue el malhumorado Pelirrojo Baker. Y vivió para contarlo en su autobiografía Hellraiser.

Era un pionero musical y afirmaba que tocar la batería era un regalo de Dios. Sus manos estaban cargadas de espiritualidad y su estilo siempre incluyó cantidades industriales de heroína, cocaína y LSD. Desde los 15 años se sintió atraído por los ritmos africanos y su mentor, el jazzero Phil Seamen, lo introdujo a la heroína en la primera lección. Tocó jazz y blues en dos tres grupos, pero pegaba demasiado fuerte. Probó suerte en el rock, con Jack Bruce y Eric Clapton en el trío Cream, y resultó ser un genio.

En 1966, Cream y Jimi Hendrix Experience eran los primeros power trios que se formaban en el ajo de la psicodelia. Prácticamente todos los tríos del rock descienden de ellos y la mayoría de los bateristas han abrevado en el estilo de Baker. Tenía su forma atípica de acomodar los toms y empezó a usar los dos bombos de piso que pedaleaba. Fue el creador de los grandes solos de batería, convertidos en parte del ritual rockero en los conciertos. Tocaba un hombre y sonaba una tribu. Era un artista que esculpía con ritmo.

"Tenía su forma atípica de acomodar los toms y empezó a usar los dos bombos de piso".

La Crema eran dos jazzeros y un bluesero hasta el yoyo al grabar Fresh Cream, Disraeli Gears, el clásico Wheels of Fire y Goodbye. Pero en 1968 todo tronó por el carácter incontrolable de Baker y su adversidad con Bruce, que llegó a los golpes. Luego se autoincluyó en el fugaz Blind Faith. Enseguida se lanzó en busca del ritmo y la sobriedad a través de Hawai, Jamaica, África, Inglaterra, Italia, Estados Unidos y Sudáfrica, donde se casó por cuarta ocasión. Hay un documental de Tony Palmer, Ginger Baker in Africa, donde narra su travesía, la amistad con el músico afro Fela Kuti y los estudios Batakota. También colaboró con varios grupos y formó Air Force y Baker Gurvitz Army.

El documental Beware of Mr. Baker, de Jay Bulger, descubre su otra pasión: los caballos y el polo. Cream se reunió en 2005 para los conciertos del Royal Albert Hall, donde acomete su batería enojado, en un auténtico conflicto entre el artista y su instrumento. Pero Jack Bruce murió en 2014 por fallas del hígado. Y el 6 de octubre le tocó a Baker, quien dejó más de sesenta producciones de jazz, rock, blues, africana y experimental. Do what you like. Enjoy life, decía.

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