Memes, rockstars y audiencias

larazondemexico

Corriendo por su grupo favorito, como el meme de los dudes around 40 years old, los seguidores de Rage Against the Machine agotaron los boletos para ver al cuarteto que tampoco se salvó de ser memeado con el estribillo de “Killing in the Name”: Fuck you, I won’t pay you $400 for a ticket. Amigos de esta columna en México, Estados Unidos y Canadá reportaron la especulación, la manipulación, la reventa, el sobreprecio y el elitismo a los que se sometió a la audiencia para comprar un boleto. Un público cegado por la nostalgia que justifica a RATM al estilo del multimillonario líder espiritual Edir “Pare de Sufrir” Macedo: ¿Qué tiene de malo ser anticapitalista y rockstar millonario al mismo tiempo?

En otro extremo está la que sin duda se puede llamar la audiencia de cristal. El grupo americano de garage glam Palaye Royale ha tenido muy mala suerte en el Reino Unido porque el cantante, Remington Leith, acostumbra tirarse sobre la audiencia y revolverse con ella. Lo normal. Pero en 2019 les detuvieron el concierto en North Wales cuando Leith se mezcló con su público. Dos semanas después, gorilas de un antro en Scotland lo sacaron de entre el público para regresarlo al escenario y terminar el concierto “por razones de seguridad”. Este año circuló un boletín entre administradores de antros llamando al grupo “un riesgo para la audiencia” y empezaron por cancelarle los conciertos en Birmingham y Glasgow.

"Los de Palaye Royale buscaron espacios para dar conciertos gratuitos".

El clavado desde el escenario, el surfeo sobre el océano humano y la interacción física con el respetable los introdujo Iggy Pop en sus conciertos a finales de los sesenta. Su idea era romper la barrera entre el artista y el público. Desde entonces se convirtió en una práctica ritual y, que se haya reportado, salvo la monumental caída que dejó cojo a Pop, no se han registrado lesiones graves o muertes por bailes rockeros en los que la audiencia brinca, patea, se empuja y se golpea: el pogo en los setenta, el slam en los ochenta y el mosh en los noventa. Tampoco hemos visto el surgimiento de nuevos bailes, quizá este asunto de la sobreprotección juvenil sea un motivo por el cual hayan dejado de practicarse.

Fieles a sus seguidores, los de Palaye Royale, además de refinarse una versión muy decente de “I Wanna Be Your Dog” de Iggy & the Stooges, buscaron espacios para dar conciertos acústicos gratuitos como respuesta a las cancelaciones. “We are family”, dicen a su audiencia. No como Zack de la Roncha y RATM, que le cargaron hasta la caridad a los dudes a ritmo de We’re gonna take your money back. Una cosa es ser rockero y otra muy distinta es ser estrella de rock. Pero hoy todo y todos somos memes.

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