Mientras Plastilina Mosh relanzaba una de sus basuras como jingle de Bancomer y Mister Cumbia le ganaba al Alex Lora la canción oficial del coronavirus —que también contagió a El Capi, Yofrangel, Zorman y Kaseeno para hacerle jitazos—, el filósofo, músico y compositor Emilio Revólver disparó su disco-libro Revlover, una historia que se desarrolla en tres niveles: escritural, musical y visual, dispersándose en la red como rapea William Burroughs en su break “Word Is Virus”: “La palabra es imagen, la palabra es un virus”.
En un país imaginario en el que brota una dictadura, un habitante esquizofrénico decide matar al dictador en su toma de poder. Pero lo atrapan y es encarcelado. Desde ahí escribe una carta de amor en seis poemas y sueña con las canciones de un nuevo orden social, sin autoridad ni poder de unos sobre otros. El anarquismo basado en el arte y la revolución de las ideas. Esto puede ser realidad si se logra traer de vuelta a los viejos dioses de la creación. ¿Conseguirá liberar a su país a través de la literatura, la música y el dibujo? Descúbrelo en: revlover.com.mx
"Es una historia que se desarrolla en tres niveles: escritural, musical y visual".
Con la historia, los seis poemas y las canciones terminadas, Revólver grabó con Carlos Millán el disco Chuck y tocó todos los instrumentos: bajo, guitarra, cajas de ritmo, sintetizadores y voz, en lo que define como “un trabajo de postpunk y sicodelia sobre una revolución fallida en un lugar muy parecido a México”. El disco tiene un sonido oscuro y un beat ochentero para bailar muy techno y punk: “1 de julio”, “Invitación a las armas”, “Noche y neblina”, “Tributo a las sombras”, “Sin gobierno (Uróboro 1)” y “Uróboro pt. 2”. Se puede escuchar en Bandcamp y en Spotify (no todo es reguetón ahí) o descargar en varios formatos gratuitos en la página.
La parte tangible es una plaquette de 28 páginas diseñada e ilustrada por Adriana Guerrero, Santiago Robles, Rodrigo Alarcón, Diego Álvarez, Alfredo Borboa, Alejandra Guerrero, Julián Cicero, Enrique Landgrave y Santiago Robles. Revólver escribe una introducción en la que convoca a “todos los que ya no tenemos espacio en este mundo” e intercala cada poema con estupendas ilustraciones. La obra es un experimento que confronta los formatos musicales del siglo pasado, pero redondea el concepto con un disco metálico que no contiene la música, sólo algunos iconos y la dirección de la página. Para obtener las piezas físicas es necesario conectar al Revólver. Ésta es una invitación a tomar las armas del arte para combatir al poder: plumas, lápices, colores, instrumentos musicales.