Tus pechos erizados apuntando hacia Venus
Los libros no leídos que escribo a duermevela
El espectro del alma proyectada en mis dedos
La órbita terrestre en los nopales elípticos
La nada que respira con la nariz de humo
El paso treceavo contra la doble A
La música de Mozart cantada por un simio
Mi muerte adelantada en un sucio periódico
El dinero perdido en el Casino Etílico
La tarola norteña y la copa de un álamo
Los misiles prendidos en el pastel de Irak
Mil genes femeninos: 108 del hombre
La cámara secreta del fotógrafo ciego
La ruleta sin rumbo del taxista perdido
El brillo de la Aurora en los ojos de Pedro
Un e-mail redactado pa’ todas mis hermanas
La fuente de la vida que chorrea en el desierto
Mis días sandinistas y un amor valenciano
Un infante educado por el haz digital
Los poemas baratos de un poeta becado
Una vaca sagrada en mi patio trasero
El laberinto de Escher, las líneas de mi mano
Mi madre recostada en una alfombra flotante
El litigio del cielo en La Tremenda Corte
Un ovni matutino como un disco compacto
La pirámide trunca del reino tepaneca
Las plantillas cortadas de un cartón reciclado
El tic-tac de una bomba en el avión del tiempo
Los claveles temblando que aguardan las tijeras
El aforismo pobre del filántropo rico
El Challenger que vuelve con la raza sisqueada
La catarina:
joya que posa en la memoria
La cara del vacío sin mirada ni dientes
Los paneles solares y el panal avispero
Un reloj descarado sin sus bigotes crónicos
La hoja mariguana como mano bendita
Y la piedra del cuarzo como un altar colgante
Los orines del gato perfumando su insidia
Y el olor del pescado en el mercado púbico
El orgasmo en el sueño de la musa virtual.
El 12 de abril de 2007 Samuel Noyola envió “La musa virtual” en un correo electrónico a Daniel González Dueñas con esta nota: “Querido Daniel: me acabo de encontrar tu tarjeta dentro del laberinto de mis papeles. Espero que hayas leído Palomanegra productions. Me interesa tu opinión. Te mando lo más reciente que he escrito. Tú sabes que no escribo mucho. Un abrazo”.
El poema no aparece en El cuchillo y la luna (2011), volumen reunido por Minerva Margarita Villarreal y Víctor Manuel Mendiola, que recoge Nadar sabe mi llama (1986), Tequila con calavera (1993) y Palomanegra productions (2003). —Alejandro Toledo.