Una desconocida y su rostro

Durante los años veinte del siglo pasado, la Ciudad de México atestiguó el auge de prostíbulos, muchos de los cuales aparecían con frecuencia en las páginas de nota roja de los periódicos. Entre los más connotados se cuenta el de Ruth Delorge, nombre de trabajo de Beatriz Delorme: se ubicaba en el 193 de la calle de Orizaba, en la colonia Roma. En su novela La sombra del caudillo, Martín Luis Guzmán incluye al personaje de La Mora, lenona inspirada en Delorge y cuyos pasos Miguel Ángel Morales desentraña en estas líneas.

Kitty de Hoyos como La Mora (La sombra del caudillo, Julio Bracho, 1960).
Kitty de Hoyos como La Mora (La sombra del caudillo, Julio Bracho, 1960). Foto: Fuente: youtube.com

Al ser interrogado por el crítico Emmanuel Carballo sobre la verdadera identidad de los personajes de La sombra del caudillo, para su libro 19 protagonistas de la literatura mexicana del siglo XX (Empresas Editoriales, 1965), el escritor Martín Luis Guzmán identificó minuciosamente a los “seres de carne y hueso” que le sirvieron de modelo para los principales personajes de esta novela clásica:

El caudillo es Obregón... Ignacio Aguirre es la suma de Adolfo de la Huerta y del general Serrano... Hilario Jiménez... es Plutarco Elías Calles. El general Protasio Ley-va... es el general Arnulfo Gómez. Emilio Olivier Fernández... es Jorge Prieto Laurens.

En La sombra del caudillo, Martín Luis Guzmán describe a un personaje femenino: Beatriz Delorme, alias La Mora, influyente lenona y cocainómana, según la obra. Ni Carballo le preguntó sobre La Mora, ni Guzmán la mencionó. ¿Tuvo alguna razón el escritor chihuahuense para ocultarla?

BEATRIZ DELORME es en realidad la jalisciense Ruth Delorge, popularmente conocida como Ruth. A fines de los años veinte tuvo su lujoso prostíbulo en el número 193 de la calle de Orizaba, entre las calles de Chiapas y San Luis Potosí, en la colonia Roma de la Ciudad de México.

En sus Memorias (Grijalbo, 1984), el atrabiliario potosino Gonzalo N. Santos señala que en ese establecimiento, en enero de 1930, hubo un pleito entre los políticos y funcionarios José Aguilar y Maya, Eulogio Ortiz, Miguel M. Acosta, Bonifacio Salinas y el mismo Santos. El escándalo obviamente no llegó a las páginas de los diarios capitalinos, quizá porque Ruth era muy amiga de Plutarco Elías Calles, el expresidente que ponía o quitaba mandatarios.

A mitad de los años treinta, el prostíbulo de Ruth aparece en páginas policiacas. El semanario Detectives la señala como contrabandista de cocaína

A decir de Armando Jiménez, autor de la célebre Picardía mexicana, el número 193 de Orizaba alberga actualmente al Centro de Capacitación Artística de la Televisión Mexicana. En sus Lugares de gozo, retozo, ahogo y desahogo en la Ciudad de México (Océano, 2000), incluye un retrato de Ruth Delorge, “bella encargada de un lujoso congal... amiga secreta del mandamás del país, Plutarco Elías Calles”. También señala, utilizando una anécdota de Pedro Granados, que era asidua a las Veladoras de Santa, una piquera en el rumbo de Izazaga que frecuentaban seres nocturnos y de la farándula. Sin embargo, ese retrato fotográfico de Ruth no debe tomarse al pie de la letra, dado que Jiménez era aficionado a inventar información o piratearse datos erróneos para sus textos y fotografías.

A MITAD de los años treinta, el prostíbulo de Ruth ya aparece mencionado en las páginas policiacas y de nota roja de la Ciudad de México. El escandaloso semanario Detectives señala a su dueña como contrabandista de cocaína en botellas de vino y apunta con precisión su domicilio. Luis Cardoza y Aragón menciona que el francés Antonin Artaud, el teórico del teatro de la crueldad, en su paso por la Ciudad de México y antes de partir a la sierra tarahumara, “vivió en un burdel famoso. La casa de Ruth”. El poeta y periodista cultural guatemalteco olvidó ubicar ese prostíbulo.

A fines de 1937 ocurre una nueva riña —en otro de sus locales— que llega a las páginas de los periódicos. La Prensa señala que al calor de las copas, más que de las damas, se enemistaron el excoronel Gabriel Cortínez de los Cobos e Ismael Lozano, diputado y je-fe del Departamento de Reglamentos del Departamento Central. El diario señala, erróneamente, que el altercado tuvo lugar en una “casa de asignación” de las “calles de la Santa Veracruz”, cuando en realidad fue en la avenida Veracruz de la colonia Roma.

La fama de Ruth declinó durante el sexenio de Manuel Ávila Camacho, pero comenzó a surgir el de una de sus capitanas: la compositora María Loreto, alias La Bandida, quien puso casa aparte con el apoyo de funcionarios excardenistas y avilacamachistas. Para estos años, Ruth Delorge tenía otro negocio establecido en las Lomas de Chapultepec, llamado Las Mexicanitas. Su local estuvo bajo vigilancia policiaca cuando en 1942 el compositor Agustín Lara se vio involucrado en la violación a una de las meseras de este restaurante, “cuya propietaria es la notoria Ruth”, según el semanario Detectives.

DESCONOZCO EL AÑO en el que Ruth Delorge abandonó la Ciudad de México, dejando su fama de célebre lenona tanto en la novela de Martín Luis Guzmán como en líneas desperdigadas en la prensa roja.

Falleció hacia 1957 en California. Tres años después, Julio Bracho filmó la versión cinematográfica de La sombra del caudillo (1960), que estuvo censurada, enlatada o perdida (Antonio Saborit dixit) durante más de veinte años. El papel de La Mora estuvo a cargo de la nudista Kitty de Hoyos.