Cosmovisión y continuidad

Alfredo López Austin (1936-2021). Foto: Especial

Alfredo López Austin fue uno de los grandes conocedores de la lengua náhuatl, junto con el padre Ángel María Garibay, Miguel León-Portilla, Luis Reyes García y Rafael Tena. Este conocimiento le permitió adentrarse en el estudio riguroso e inteligente de los documentos en náhuatl y español y de los códices, que le dio un conocimiento profundo del mundo prehispánico y de la cosmovisión indígena, presente en la política, la educación, la medicina, la magia, la religión y la mitología. A su vez, le permitió identificar las continuidades estructurales de larga duración (el “núcleo duro”), desde los tiempos más remotos hasta el presente, así como las semejanzas también estructurales entre las cosmovisiones de las civilizaciones mesoamericana y andina. Tal vez su mejor libro sea El pasado indígena, escrito al alimón con su hijo, el arqueólogo e historiador Leonardo López Luján. Alfredo se fue tranquilo, satisfecho de lo mucho y bueno que dejó.

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