Implicaciones simbólicas de la primera comunión

A través de la narrativa y la poesía, el nuevo libro aparecido en coedición ITESO / UNIVA explora la sacralidad que acompaña la primera comunión, rito de paso solemne, festivo y hasta culinario. Hernán Lara Zavala, autor de uno de los cuentos que lo integran, comenta este volumen.

Implicaciones simbólicas de la primera comunión Foto: Especial

AFORTUNADO TÍTULO con el que Carlos Martínez Assad concibió este libro, surgido de lo más profundo de sus orígenes libaneses y cristianos, de su conciencia individual pero también de su imaginación y de su mundo interior: El arte de hacer la primera comunión. Para los creyentes la primera comunión es un acto de fe, un ritual solemne, una revelación y en eso, efectivamente, radica su parecido con el arte pues en el libro se afirma que la comunión representa el puente entre la infancia y la edad adulta, como lo menciona Rebeca Monroy Nasr. No lo sé de cierto, pero lo que sí puedo afirmar es que constituye el paso de la inocencia a la experiencia, como diría William Blake. Gracias a eso, el concepto de la transubstanciación, que implica que el cuerpo y la sangre de Cristo se transformen en pan y en vino, permite que los que comulgan asuman en lo interno de su alma un estado de gracia equivalente a la divinidad, aunque sea momentáneamente.

ESTE INQUIETANTE TEMA, igual que el bautismo —otra de las grandes aportaciones del cristianismo a la humanidad— nos redime del pecado original —si acaso existió— a más de eximirnos de la culpa de ser demasiado humanos. No en balde James Joyce nombró su gran descubrimiento literario “epifanía” para describir ese momento, sagrado pero casi imperceptible, en el que sus personajes descubren algo equivalente a la “divinidad”, como sucedió con los Santos Reyes, que identificaron al niño Jesús gracias a la estrella de Belén. El cristianismo celebra en esa fecha, 6 de enero, el Día de la Epifanía, lo cual implica que arte y religión han estado siempre íntimamente ligados en todas las manifestaciones del espíritu, aun entre ateos, filósofos y descreídos.

El libro consta de diez textos ilustrados con profusión de imágenes que reflejan el ritual simbólico, solemne, familiar, festivo, fervoroso, culinario y hasta autobiográfico que propicia la ceremonia de la primera comunión: los vestidos blancos de las niñas con sus velos y coronas de flores, la vestimenta formal de los varones con su brazalete, las velas, los desayunos de tamales, chocolate y pastel, la devoción y el apoyo familiar donde se reúnen padres, hermanos y padrinos.

LOS DOS TEXTOS INTRODUCTORIOS estuvieron a cargo de Carlos Martínez Assad —editor del libro y autor de uno de los cuentos— y Rebeca Monroy Nasr; plantean el carácter teórico-religioso del sacramento, para analizar las implicaciones simbólicas del ritual eucarístico.

Siguen siete cuentos que cierran con un poemario alusivo a las reminiscencias de las estampitas de la primera comunión. El resultado es un feliz mosaico de experiencias relacionadas con el ritual eucarístico y sus repercusiones espirituales y existenciales. Algunas resultan autobiográficas, conmovedoras o divertidas, escépticas, paradójicas y hasta irreverentes. La mayor parte de los textos tiene trasfondo testimonial. Mi amiga y colega Beatriz Espejo, al leer mi cuento preguntó: “¿es autobiográfico?”. Y yo sólo respondí: “yo hice mi primera comunión tal y como Dios manda”.

Sin embargo, a lo largo de todo el volumen priva un sentimiento simultáneo de sacralidad y paradoja independiente de la formación religiosa, del origen de cada protagonista, de sus aspiraciones y decepciones, que permite que el libro cobre tanto valor ético como estético. Sin revelar lo que cubre cada cuento, les aseguro que cada uno resulta único y diferente.

NO ME QUEDA MÁS que agradecerle a Carlos Martínez Assad, artífice del volumen y verdadero hombre del Renacimiento, sus múltiples intereses personales que abarcan el arte, la historia, la sociología, sus raíces libanesas y también la religión y la literatura, para iluminar nuestro complejo panorama cultural.