Amor de carpintero

Hacia la segunda mitad del siglo XIX circulaban periódicos que acompañaron los inicios del movimiento obrero en México, entre ellos El hijo del trabajo (1876-1884), La Comuna (1874-1875), La Firmeza (1874-1875) y La Convención Radical Obrera (1890-1903). Rodrigo Rodríguez, maestro en sociología por la UNAM y artista plástico, rescata de uno de ellos el siguiente divertimento lírico.

Amor de carpintero
Amor de carpintero Fuente: pixabay.com

Mi querida Sinforosa

Al verte la vez primera

Exclamé: buena madera

Para labrar una esposa!

Y desde aquella ocasión

Siento, Sinforosa mía,

De noche como de día,

Un clavo en el corazón.

El amor me agita mucho

Y me da tal comején,

Que me tiene en el vaivén

de un afilado serrucho.

Me he vuelto como un besugo,

Y tan grande es mi penar,

Que no puedo ni labrar

Un desgraciado tarugo.

Para que tanto martillo

No me vaya a trastornar,

He decidido pasar

A nuestro amor el cepillo.

Y te juro a fe de Nuño,

Que cuando esté bien pulido,

Será el amor más lucido,

Dándole barniz de puño.

Depende, pues, de ti sola

Que cese mi desventura,

Si te prestas a que el cura

Nos pase brocha con cola.

El casado paz disfruta

Y cuando unidos estemos,

Los días nos pasaremos

Saca que saca viruta.

Fuente: El hijo del trabajo. Periódico del pueblo, México, 4 de marzo, 1883.

TE RECOMENDAMOS:
El poder de los museos.