Para el vate cubano Eliseo Diego, la poesía es “el acto de atender en toda su pureza”. En estos poemas inéditos de Roberto Diego Ortega se evidencia, en efecto, una forma acusada de mirar, que se enfoca en la aproximación no-habitual, en la perplejidad y la extrañeza para, de ese modo, revelar ángulos novedosos de la experiencia. Se aprecia en ellos el trabajo del autor sobre la textura de las palabras y el cuidado con que enfrenta los ecos desprendidos de imágenes nunca definitivas, en movimiento constante.