Olivia Newton-John

La canción #6

Olivia Newton-John. imdb.com

Fue la reina del entretenimiento entre los setenta y los ochenta, una década que no termina de irse porque los productores no se cansan de reciclar el cine, la música, las series, los videojuegos y la moda. Con el fallecimiento de la cantante y actriz se avecina otra oleada ochentera que extenderá su reinado. Murió la fantasía pop de niños y adolescentes que abrimos los ojos en 1978 con Vaselina (Grease, Randal Kleiser). Antes y después de la icónica película, Olivia Newton-John tuvo una carrera singular entre la música y el cine. Su primer disco de 1971, If Not For You, es un tributo country-folk a Bob Dylan y Kris Kristofferson para principiantes. Uno de sus cuatro Grammys fue por la campirana “Let Me Be There”, pero en vez de hacer fortuna en el mundo vaquero transitó hacia el soft rock, donde le fue mejor.

Ella prefería cantar que actuar y en Vaselina, la comedia basada en el musical de Jim Jacobs y Warren Casey, combinó ambos talentos como Sandy. De rubia ingenua se metamorfoseaba para encabezar con Danny la rebeldía escolar y el despertar sexual. El film trajo de regreso la moda de los cincuenta y el rockabilly que durante los ochenta y los noventa pegó recio. Ella reinaba en el radio, en el Billboard, en el Top Ten y era estrella de MTV antes de que Madonna irrumpiera en 1983 y la hiciera parecer una monja. De Vaselina se lanzaron como sencillos “Summer Nights”, “Hopelessly Devoted To You” y la fenomenal “You Are The One That I Want”, que tiene un récord de quince millones de copias. Luego “Physical”, nombrada canción del año en 1981, se mantuvo diez semanas como número uno. Entonces apareció Xanadu (Robert Greenwald, 1980) la otra película musical que fui a ver de ella. Una decepción. Las canciones de Newton-John, The Tubes y Electric Light Orquestra —que atravesaba por su etapa disco— la salvaron. De hecho, el soundtrack se hizo más famoso que la película con dos número uno: “Magic” y, en seguida, la joya de la corona, la canción de pop sinfónico de Jeff Lyne con ELO: “Xanadu”.

Ella prefería cantar que actuar y en Vaselina combinó ambos
talentos como Sandy

Actuó en dieciséis largometrajes, una veintena de programas de televisión y grabó veintiséis discos con voz de oro y platino. Pero treinta años con cáncer entre el pecho y la espalda es casi una vida de pelear contra la muerte todos los días. Qué resistencia y tenacidad. En esa lucha surgió su activismo contra el cáncer de mama, el maltrato animal y a favor del CBD (Cannabidiol) y la marihuana medicinal. Esta columna iba a ser sobre Rosalía, la cantante pop actual. Elegí a Olivia Newton-John, con sus más de cien millones de discos y esa imagen brillante de Vaselina que ha trascendido a través del tiempo hacia la inmortalidad de neón.

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