Corrido de amor y gloria (HarperCollins, 2022) es el título de una novela de la escritora mexicoamericana Reyna Grande que tiene como escenario la guerra de 1846-1848, cuando Estados Unidos invadió a México y se apoderó de más de la mitad de su territorio. Ximena Salomé, una curandera mexicana, y John Riley, in-migrante irlandés que desertó del ejército yanqui para unirse al mexicano y formar el Batallón de San Patricio, a fin de luchar contra la invasión, son los protagonistas de una historia donde la injusticia es una inmensa sombra. La edición original en inglés se publicó a principios de año con el título A Ballad of Love and Glory, por el mismo sello. Reyna Grande nació en Iguala, Guerrero, y a la edad de nueve años migró con su familia a Estados Unidos, donde se hizo escritora.
Reyna, como migrante que tiene una conexión y una relación tan intensa con México y Estados Unidos, ¿cómo has vivido esta experiencia de escribir Corrido de amor y gloria?
Escribir este libro me abrió los ojos y me ayudó a verme a mí misma como mexicana que vive en Estados Unidos. De niña yo no estaba consciente de que California había sido parte de México, porque aquí no se habla de esa historia en las escuelas y no fue sino hasta que tenía 22 años cuando me enteré, en la Universidad de Santa Cruz, pero no me impactó tanto. Luego, cuando empecé a investigar para Corrido de amor y gloria, leí cerca de cien libros de historia y sentí mucho coraje al adentrarme en los detalles de esta injusticia.
Me enojó enterarme de que Estados Unidos había invadido México a base de mentiras e intrigas, porque el presidente Polk le mintió al Congreso para que Estados Unidos declarara la guerra. También me indigné con México al conocer cómo sus líderes se estaban peleando unos con otros, en vez de unirse para derrotar a Estados Unidos. Para mí, es importante recordar para no repetir los mismos errores, especialmente, aprender sobre esta historia para que la gente se una y sepa que un México dividido pierde. Creo que, como alguien que ha vivido y se ha formado en los dos países, pude ser crítica con respecto a esa historia. Cierto, pobre México, que fue víctima del imperialismo, pero también sus líderes y el pueblo mexicano tuvieron mucha culpa en esta derrota. Como migrante, esta historia me dio un empoderamiento que no había sentido antes, porque la sociedad dominante en Estados Unidos siempre me ha hecho sentir que como mexicana no tenía el derecho de vivir en este país.
La historia es cíclica, tal parece.
Sí, y es muy irónico que ahora Estados Unidos condene y critique a Rusia por haber invadido a Ucrania, cuando eso es lo que este país ha hecho siempre. Creo que vivimos un momento preciso para tratar de ver nuestra historia, tan sucia y llena de invasiones. En Estados Unidos esta guerra no se enseña en las escuelas, han borrado intencionalmente esta invasión, porque no quieren que en la memoria colectiva sobreviva ese acto imperialista, un episodio histórico muy vergonzoso que simboliza cómo Estados Unidos ha actuado contra otros países por causa de la avaricia y la ambición, para apoderarse de las riquezas y las tierras de otros pueblos.
Es irónico que Estados Unidos condene a Rusia por haber invadido a Ucrania; es lo que este país ha hecho siempre
¿Cómo nació Corrido de amor y gloria?
A mí me gusta leer novelas históricas, pero no me llamaba la atención escribir una, porque me parecía un gran reto y yo no estaba entrenada para ese tipo de investigación. Sin embargo, me fascinó descubrir al Batallón de San Patricio y comencé a interesarme. Leí mucho sobre John Riley, su condición de inmigrante me hizo establecer una conexión muy fuerte, de manera que un día comencé a mirar el mundo a través de sus ojos y pude entender el dolor, el coraje, la rabia, su añoranza y sus emociones. Originalmente, la novela iba a ser sobre Riley y los San Patricios, pero después descubrí un poema de John Greenleaf Whittier, “Los ángeles de Buena Vista”:
Habla y dinos, nuestra Ximena, mira hacia el norte,
Hacia el campamento de los invasores, hacia las
[filas mexicanas
¿quién pierde? ¿quién gana? ¿Están lejos o se acercan?
Mira más allá y dinos, hermana, de dónde viene
[esa tormenta.
Ahí encontré a Ximena, la inventé a partir de ese poema y comprendí que la novela tenía que ser escrita desde los puntos de vista de John Riley y de Ximena. A través de ella pude expresar el punto de vista mexicano y decidí que sería una tejana, porque me enteré de lo que pasó en Texas en 1830, quince años antes de la invasión a México, algo esencial para poder entender la Guerra del 46.
¿Cuáles fueron tus mayores retos?
Enfrenté muchos al escribir esta novela. Tuve que aprender no sólo de la guerra de 1846, sino también de la historia de Texas, de cómo el gobierno de México permitió a los estadunidenses que emigraran y formaran colonias, de manera que muy pronto fueron más que los mexicanos y se hicieron del poder. Después leí sobre la vida militar, el ser soldado, las formaciones y los generales, porque tenía que captar bien la vida de John Riley. Investigué sobre el curanderismo, pues Ximena es una curandera que aprendió con su abuela. Mi abuela materna también lo era y recuerdo que me hacía limpias y siempre olía a epazote y aceite de almendras, pero sólo viví con ella hasta los nueve años porque mi padre me llevó a Estados Unidos. También tuve que investigar mucho sobre los gallos, porque Santa Ana era aficionado a las peleas de gallos. Pero algo que me llamó la atención fue enterarme de que no todos los estadunidenses estaban en contra de México, como por ejemplo Abraham Lincoln, el filósofo y poeta Henry David Thoreau y John Greenleaf Whittier. Todo eso me hizo sentir un poquito mejor.
Otra labor muy importante fue la lectura de muchos libros sobre la historia de Irlanda y los irlandeses. Así me enteré que ocurrió una migración en masa por la gran hambruna de 1845 y supe de la opresión que los irlandeses sufrieron a manos de los ingleses, de cómo les robaron sus tierras y los oprimieron. También leí cuentos y novelas escritos en esa época, especialmente los que se enfocaban en los campesinos irlandeses, y tuve que investigar cómo hablaban para captar la voz de mis personajes.
La ficción y la realidad se entretejen en Corrido de amor y gloria…
Todos los eventos históricos que describo fueron reales. La esencia de la novela es la historia, pero claro que la ficción entra en juego porque no existió un romance entre Ximena y John Riley, ella es un personaje surgido del poema de John Greenleaf Whittier, pero para mí su historia se hizo real cuando comencé a escribir. Durante mi investigación encontré un rumor de que John Riley se había enamorado de una viuda mexicana y me basé en ese dicho para inventar su historia.