Decirte 80 cosas que me dices, Alan

La niñez de María Spelterina, de la serie Niágara, caja, objetos varios, 2010-2011. Imágenes de la exposición "Alan Glass: En sus 80 años", presentada en la Galería López Quiroga durante 2013. Excepto la primera, fueron realizadas por el fotógrafo Paolo Gori.

1

Evidente:

todas las cosas tienen sombra.

Pero la sombra de la sombra

es una cosa,

otra y la misma,

transformada desde adentro,

enriquecida

por su propio misterio.

2

Otra, nada evidente:

la cosa enriquecida,

la sombra de esa sombra,

aislada, ignorada, quién sabe dónde y por qué.

Pero de pronto se encuentra al lado, encima,

[abajo

de otras sombras de sombras,

y ante nuestros ojos brilla:

asombra.

Castillo de los pájaros, La ociosidad es la madre de todos los pájaros, objetos varios, 2012.

3

Una espada amaneció en tu puerta,

un sombrero ritual de plumas se cruzó en tus

[pasos,

y un termómetro descomunal

en bella caja de madera, estuche excéntrico.

Has sido armado “termo-caballero-pájaro”

de la orden celestial del asombro,

acomodador de las sombras de las sombras:

las cosas te han encontrado.

4

Sombra de esta historia, en otros lados:

Una estatua de héroe desarmado,

un chamán huichol que aprendió a volar

[desplumado,

y el cálido Hermogène sin termómetro,

[desorientado.

Ciencia, magia ritual e historia: tres dimensiones

[de un cuadrado

que sólo la cuarta dimensión del arte completa

[y contempla.

Hasta sin pasar por tus manos, cosas antes de su

[causa,

otros asombros se ensamblan a tu espalda.

Moscas en el suero de la mantequilla, vitrina, objetos varios, 2007.

5

El pájaro tras la flecha

y el eco antes del ruido,

Acteón con cuernos crecidos sin haber visto a

[Diana desnuda,

la risa de imaginar la cosa antes de que la cosa nos sonría,

navegar y naufragar sin conocer el mar ni de oídas,

el universo sostenido desde el tacón de tus zapatos,

pescar sin hilo, sin red, sin siquiera quererlo.

Sí, “la cosecha precede a la siembra”, en este lado del mundo.

6

Las constelaciones abren ventanas

en muros invisibles y calientan camas.

La música de las estrellas está hecha de sombras

y de la luz viajera de astros que ya no existen.

La poesía de las estrellas es barroca y es bovina.

“Hacer de la inmensidad una enorme cama nupcial

que no tiene alcoba ni cortina”.

La vía láctea muge y caga oro, descomunales cantidades.

Sin título, caja, objetos varios, 2007.

7

Bicicletas que miran desde el fondo del mar,

desde las quillas de los trasatlánticos

y sobre el humo de sus chimeneas,

que florecen en el invierno de los monasterios cardenalicios

mientras los cristalinos pájaros de Remedios,

tocados por la luz de la música, salen de sus geométricos témpanos.

La torre, el puente, desatan las sombras de los ciclistas suicidas.

Elogio tormentoso de rayos de bicicleta y de sus sombras.

8

Aquí y allá, de pie, reclinadas o sentadas en el aire,

con manos delicadas señalando lo invisible

y piel de porcelana que bajo la luz se multiplica:

un ejército seductor de muñecas de marfil

seguras de su belleza desnuda,

se aventura a anular el laberinto

con mil hilos de Ariadna que le han robado a la luna,

un alambique de vidrio y una brújula de fuego.

9

Ese momento, apresurado y detenido

por el arte de sonreír ante el asombro

cuando la imperfecta espiral del cerebro

hace girar perfectamente el aro de la niña,

y vemos que cruza el Niágara caminando sobre un hilo

y arrincona en la misma mano infantil,

a los dados, al trompo y a la diosa. Catarata y Fortuna de la mano:

equilibrio de lo imposible en cada obra.

10

Diseminador de asombros,

como jugando, como pensando, como si nada y todo.

Ciclón de huesos de chabacano y de ciruela

contagiados por la inquietud de la lengua que los lee en silencio.

Contador de lo secreto que para ti es evidente.

Reproductor del incesante y lúcido placer,

del tiempo elástico y la materia incandescente,

gracias 80 veces también por lo que sigue.