Juan Mendoza me invitó a presentar su libro Nosotros iniciamos el incendio (Producciones El Salario del Miedo, 2023), crónicas sobre los conciertos de rock que salvaron su vida y que, en el fondo de la botella, cuentan una historia de amor en tres dimensiones: su amor por la música, el alcohol y Maricarmen, con quien —al final de la rola— unió su alma para darle vida a una familia.
El primer gran amor de Juan fue la música. Lo revela en los episodios de su infancia, cuando descubre los discos que su papá coleccionaba en el Tianguis del Chopo, a donde lo acompañaba los sábados al intercambio. Su segundo gran amor fue el alcohol y la cerveza, el combustible del rock, de los conciertos y de Juan. Fumar del toque y rola en medio de la multitud no hizo de Juan un tizo, pero es un egresado de la revista Generación y la ignición etílica es el factor inflamable en cada una de sus crónicas.
El narrador escribe sin compromisos de RP. No pierde oportunidad de tirarle a Ticketgángster
EL TERCER GRAN AMOR de Juan es Maricarmen. Tras pasar al backstage de la adolescencia, empiezan las crónicas de su noviazgo y las peripecias para asistir a los conciertos, como manejar a Morelia o Veracruz de ida y vuelta, o llegar a un concierto de GBH en medio de un ejido queretano, entre cientos de punks que arribaron en camiones.
Las cosas se ponen más divertidas cuando Juan y Maricarmen se casan y empieza el embarazo. Esos nueve meses estuvieron plagados de conciertos porque habían comprado los boletos mucho antes de enterarse de que iban a tener a Brisa. Desarrollaron una logística e incluyen una crónica de los Rolling Stones escrita por Maricarmen desde su perspectiva de mamá que espera. Esa etapa culminó un día antes de dar a luz en un concierto de Radiohead. Luego del parto, se puede leer a Juan con Maricarmen y Brisa en brazos, la pañalera y los juguetes, rockeando a todo vapor con Iggy Pop y Metallica.
Lo mejor de que sea narrador y no periodista es que escribe sin compromisos de RP y publicidad, sin corrección política y sin alinearse por unos boletos de prensa. No pierde oportunidad de tirarle a Ticketgángster, lo que ningún medio y periodista musical se atreve por estar ensalzando a Rosalía. Esto es algo de lo que se iba a comentar en la presentación, pero el gonzo se descontroló y la cosa terminó cuando un espontáneo se quedó en calzones, acostado en la mesa sobre los libros y las bebidas. Hay presentaciones que terminan en borracheras desastrosas, pero ésta acabó con la presentación antes de tiempo. El incendio siguió hasta la mañana siguiente, como el after de un buen concierto.