PALIMPSESTO
Me quedo con el sol de tus días luminosos
en vez del desencanto y su presagio
—si al fin todo revierte en la ceniza.
Decido que los días restantes no me importan
y descarto las horas inhóspitas o adversas.
Asomo a la tormenta y veo con toda nitidez
la pincelada súbita del rayo;
oigo la oleada paulatina de su estruendo.
Deshojo los pliegues del palimpsesto
donde anidan las palabras que habito
como transmutación de la escritura
que ensaya su retrato de lenguaje en el papel,
un signo de su errancia y tentativa
—mi identidad, mi destino.
CARTA PARA DIBUJAR UN RETRATO (FRAGMENTO)
A Vicente Ortega Colunga,
en su aniversario luctuoso
[…]
Aprendí los secretos para editar revistas,
el quid de una portada y el olor de la tinta
en las imprentas, el dilema de una aventura
cifrada en un tiraje. El juego el riesgo,
—aun el equilibrismo, la prestidigitación—
y desde luego la fotografía,
la feria de episodios y anécdotas,
el manantial de narraciones prodigiosas
—reales o ficticias—
y el desafío de inventar la vida misma
sin reposo, un día tras otro.
Así perduras en el torrente de mi sangre
y cada motivo invoca
fragmentos de universos
que se imantan bajo una luz difusa
como una galería
de mediados del siglo veinte
[…]