King of the Streets, El club de la pelea

Combates a golpes en espacios alejados de la ciudad. Uno contra uno, casi hasta morir. En eso consiste King of the Streets, el clan secreto que hace realidad aquel famoso libro de Chuck Palahniuk: El club de la pelea. El director de cine Victor Palm llegó por accidente al grupo y ya no pudo soltarse: quiso contar esa historia. Se envolvió en un ambiente hipermasculino, donde la violencia es moneda de cambio, entre personajes extremos que van del antifascismo —y, sobre todo,— a lo neonazi. Aquí, un vistazo a este documental de próxima aparición

Una escena cotidiana en las peleas de este grupo marginal.
Una escena cotidiana en las peleas de este grupo marginal. Foto: Instagram de K.O.T.S.

En 2019, el realizador sueco Victor Palm se involucró con King of the Streets (K.O.T.S., por sus siglas en inglés), un club de pelea con pocas reglas. Hype Crew lo fundó en Gotemburgo, Suecia, en 2013. Desde entonces, este grupo ligado a la violencia permanece en el anonimato, aunque los rumores sobre este Fight Club —en alusión al libro homónimo de Chuck Palahniuk, que David Fincher llevó al cine, con Edward Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter—, refieren que comenzó para resolver problemas entre equipos rivales de futbol; también se interesaron por él quienes gustan de los golpes y así ganan dinero.

EL REALIZADOR de King of the Streets: The Documentary trabajaba en la campaña publicitaria de una marca deportiva, captando la vida de algunos atletas. Uno era el danés Simon El Salvaje Henriksen, peleador asociado a K.O.T.S., que domina el muay thai o boxeo tailandés; su rostro impresiona por una cicatriz en la mejilla. Es un tipo que se mantiene invicto en el club de la pelea de Hype Crew y que también es un hooligan de los New Gen, grupo ultra1 del equipo de futbol Brøndby, al parecer asociado con la extrema derecha.

De hecho, varios miembros que apoyan a este equipo han participado en actos delictivos, como su líder, Morten Baldur Karrebæk Pust, considerado uno de los neonazis más peligrosos en Europa y que se suicidó en 2021, según se dijo, para no ser detenido por las autoridades.

Al estar cerca de El Salvaje Henriksen, Palm se enteró de va-rias peleas de K.O.T.S en Suecia y otros países europeos, entonces lo acompañó. No imaginaba que terminaría haciendo el documental que será lanzado en 2024 de forma independiente y sin el control de una casa productora, porque el realizador decidió transmitir lo más crudo de esta cofradía de músculos, sangre y orgullo, que refleja la hipermasculinidad violenta. Los encuentros suceden a partir de las reglas del libro de Chuck Palahniuk, como: “Las peleas duran el tiempo que haga falta”. Explica Victor Palm: “Mi intención no era sumergirme en el mundo de K.O.T.S., pero al pasar el tiempo, me intrigó. Después de asistir a los primeros encuentros tuve emociones contradictorias y me sentí inseguro porque no sabía qué representa este grupo clandestino”.

No pudo desaprovechar la oportunidad de acercarse más para comprender el ambiente plagado de testosterona y rabia que ha popularizado Hype Crew y, sobre todo, cómo ha generado eco.

La cuenta oficial de Instagram de King of the Streets tiene más de 290 mil seguidores; su canal de YouTube, donde se pueden ver las peleas, sobrepasa un millón 200 mil suscriptores. Uno de los encuentros más extensos y esperados por los ávidos espectadores sucedió entre Fran Suárez, hooligan neonazi del Real Madrid, y Guda, hooligan antifascista de Deportivo Alavés. Duró casi media hora.

AL REALIZADOR le fascinaron tantos aspectos del grupo, que quiso convertirlos en un documental. Quería descubrir las motivaciones de los peleadores y organizadores de K.O.T.S. para llevar a cabo lo que pareciera salido de la ficción; asimismo buscó entender mejor la cultura alrededor de estos marginados de la sociedad.

Antes de hacer este documental, Palm trabajaba como director de video y fotografía para distintas empresas. No obstante, ya que le gusta hacer “proyectos cinematográficos que desafíen sus propias creencias”, como lo explica en su página oficial —ahí se da a conocer que es ganador de más 30 premios en festivales internacionales—, considera que su documental formó parte de una aventura que inició de ese modo: por curiosidad.

Un cuestionamiento que se planteó como el director fue lo problemático que podría resultar para su carrera, con un trabajo formal cercano a distintas marcas, asociarse con una figura como la de Hype Crew, personaje a quien la policía sigue de cerca.

El cineasta sueco Victor Palm durante la filmación.
El cineasta sueco Victor Palm durante la filmación. ı Foto: Cortesía de Victor Palm

El investigador estuvo a punto de detener la investigación. “Me preocupaba mantener una buena relación con mis clientes y quería proteger mi compañía”, dice. “Algunas de las empresas con las que colaboré mientras grababa el documental operaban en industrias farmacéuticas y de derechos humanos. Podía tener conflictos de interés y pensé en mi reputación: si mis clientes se enteraban de lo que estaba haciendo, mi trabajo se vería afectado. Por eso decidí cubrir mi rostro y no mostrarme a favor”. Ni amigos ni familiares supieron del proyecto que llevaba a cabo al involucrarse con "el club de pelea más famoso" —como dice serlo K.O.T.S., donde se combate a puño limpio.

LO QUE FASCINÓ a Palm al realizar el documental fue la comunidad y el estilo de vida de los peleadores. Muchos de ellos, como El Salvaje Henriksen, son hooligans de equipos europeos de futbol. Unos son antifascistas y otros, de extrema derecha.

Entre los conjuntos que destacan figuran, por mencionar algunos, el Helsingborgs IF (Suecia), Feyenoord (Países Bajos), Eintracht Frankfurt (Alemania), el Deportivo Alavés (España), Resovia Rzeszów (Polonia), APOEL (Chipre), Zenit (Rusia) y Lille (Francia), entre otros. Sin embargo, en K.O.T.S. también participan street fighters, es decir, quienes no pertenecen a grupos ultras: han peleado turcos, estadounidenses, un mexicano y un argentino.

Por otro lado, algunos combatientes que entran a ese mundo violento ya forman parte de peleas profesionales de artes marciales mixtas. Éste es el caso del neerlandés de raza negra Brian Hooi, hooligan del Feyenoord, quien se considera anarquista. Como de niño su película favorita fue Fight Club, se vio atraído por K.O.T.S. Quienes desean estar en el grupo tienen que llenar una solicitud a través de la red social Telegram, donde se les pregunta edad, estatura, peso, así como historial y antecedentes en peleas callejeras o profesionales.

Franco Tenaglia, peleador argentino que ha participado en el Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC), que es una promoción de boxeo sin guantes de Estados Unidos, también sueña con formar parte de la Dana White’s Contender Series, Reality Show de la UFC (Ultimate Fighting Championship), considerada la mejor liga profesional de artes marciales mixtas.

En un reportaje de Infobae cuenta que llegó al club tras conocer a la mafia chechena. Él viajó a Europa para buscar suerte en las peleas y lo llevaron con los ojos vendados a un garaje en medio de las montañas. “Los tipos están armados con AK-47, no es ninguna joda. Están todos con máscaras y no es por show. Si se pelean hooligans o entre barrabravas2 de la mafia de Polonia contra los de Serbia, si se arma un quilombo se pueden disparar y apuñalar. Son todos tipos relocos”.

LA VIOLENCIA DESMEDIDA era tal que incomodó a Victor Palm. Los combates no se realizan en un ring, sino en el concreto, canchas de hockey o lugares remotos. “Siempre, al comienzo de cada pelea, estaba nervioso. Una cosa es ver los videos en YouTube y otra es estar ahí, sabiendo que algo puede salir mal... Algunas peleas terminaron pésimo y recuerdo estar en mi auto, sintiéndome una mierda”. Consciente de que no estaba sumergido en ese ambiente porque la violencia le causara placer, dejó atrás la moral y durante las grabaciones del documental prefirió cuestionarse: “¿Por qué pelearían arriesgando de ese modo sus vidas?”.

El creador del documental señala que la honestidad es eje en este grupo clandestino. Al entablar una relación cercana con sus miembros, siempre pudo decirles lo que pensaba. “Entiendo que muchas personas sientan que el ambiente de K.O.T.S. es hostil, pero hubo amabilidad de su parte. Aun así, estuve en desacuerdo con ellos en muchas ocasiones, por lo que se dieron buenas charlas. De hecho, ellos esperan que la gente no ame lo que hacen”. Entonces, al convivir durante dos años en el único lugar donde pueden pelear los “no deseados, en el entorno más estresante y jodido que puede existir”, como Hype Crew lo explica, Palm pudo comprender a la comunidad K.O.T.S. sin poner etiquetas y dejarse llevar por tatuajes de glorificación nazi, como los que tiene Tomasz Szkatulski, quien es hooligan de Locs Army del equipo Lille.

Este francés, que ha sido detenido por las autoridades en varias ocasiones, tiene su propia marca, Pride France, dedicada a fabricar ropa deportiva y guantes. Además, como lo da a conocer Antifa Bern, organización suiza de izquierda que tiene un blog donde publican noticias sobre neonazis europeos, Szkatulski es uno de los tipos más conocidos dentro de los torneos de artes marciales mixtas organizados por grupos racistas, ya que viene haciendo este tipo de eventos desde 2014, como el Day of Glory, llevado a cabo en Lyon, Francia. En un principio, estas peleas de extrema derecha se organizaron clandestinamente —como hoy en día las de K.O.T.S.; también se presentaban bandas musicales, como Rock Against Communism (RAC).

Palm comenta que dentro de K.O.T.S. se puede encontrar un grupo muy diverso de personas, donde cada una tiene su propia historia. “Muchos de ellos tienen trabajos, familias y responsabilidades como cualquiera de nosotros, por lo que también poseen pasiones y sueños”. Esto hizo que, para él, la comunidad haya sido tan intrigante y digna de explorar.

Cabe mencionar que las ideologías políticas de algunos peleadores, sobre todo los que están asociados con la extrema derecha, es lo que ha llamado la atención de la policía y los medios de comunicación en Europa. También aclara que por ello muchas personas están en contra de K.O.T.S. No obstante, explica Palm, el tema político dentro de este submundo es algo complejo y se ve con distintas perspectivas. Algunos afirman que sirve como una plataforma y un apoyo para visibilizar el neonazismo. Pero los creadores del llamado “verdadero club de la pelea” dicen estar por encima de todo, señalando que quienes integran su comunidad son “individuos que tienen diferentes puntos de vista políticos, étnicos y religiosos”, por lo que bien podrían representar una sociedad diversa, donde puede coexistir gente de todo tipo, a pesar de las diferentes posturas. “De forma personal encuentro preocupante los puntos de vista políticos de algunos peleadores”, explica Palm, “sólo que al conocer a los miembros y saber quiénes son, estoy seguro de que ellos se mantienen apolíticos al organizar los eventos del grupo”, dice. Y parece convencido.

A PESAR DE QUE el director pasó dos años en una atmósfera tan despiadada como la que se vive en K.O.T.S., con el objetivo final de hacer realidad King of the Streets: The Documentary, admite que también le tocó experimentar momentos de algo parecido a la belleza. “Tanta violencia actúa como un catalizador y en varios momentos me dio la oportunidad de tener conversaciones profundas con quienes aparecen en el documental”, subraya. "Pero considero que la verdadera belleza que puede haber no surge directamente del ambiente violento, sino de la lucha que desvela de cada uno, en sus propias condiciones de vida".

La violencia desmedida era tal que incomodó a Victor Palm. Los combates no se realizan en un ring, sino en el concreto, canchas de hockey o lugares remotos

Por ese motivo, este proyecto cinematográfico que explora lo poco sabido del grupo y lleva a recordar la historia protagonizada por el personaje Tyler Durden —solamente que con hooligans y street fighters—, nos ofrece la oportunidad de comprender con más precisión el alocado estilo de vida que llevan algunas personas en este mundo, porque como dice Palm: “Dentro del caos siempre puede haber un orden”.

Asimismo, durante todo el tiempo que Palm pasó rodeado de antifascistas, neonazis, street fighters, gente armada, mafias, apuestas, charcos de sangre y vendas, en el contexto de lugares desconocidos, comenta que nunca se sintió inseguro o en peligro. Los miembros de K.O.T.S. lo hicieron sentir siempre protegido. “Si llegué a temer por algo fue por mi propia res-ponsabilidad legal, en caso de que alguno de los combatientes resultara muerto". Y como ya dijo, dado que trabaja con muchos tipos de clientes, "de igual forma temía por mi reputación si se hacía público que yo estaba documentando esos hechos. Mil pensamientos corrían por mi mente antes de cada pelea, pero creo que esos temores me obligaron a hacerme todas las preguntas difíciles, que a su vez necesitaban respuestas. La contestación a mis dudas, a mis cuestionamientos, está en King of the Streets: The Documentary”.

Notas

1 El término ultra se originó en la década de los 80. Se trata de aficionados radicales que animan a equipos de futbol y tienen una ideología política, que expresan tanto dentro como fuera de los estadios.

2 En América Latina, principalmente en Argentina, se le llama barrabrava a un grupo organizado o hinchada que apoya a un equipo de futbol. Por lo general son violentos en los estadios.